
El presidente de Talgo, Carlos de Palacio, ha reconocido la necesidad de fortalecer el área industrial del fabricante de trenes para evitar nuevos retrasos en las entregas y ser capaces de afrontar con garantías una cartera de pedidos récord que supera los 4.000 millones de euros. La necesidad de nuevas fábricas ha condicionado la actividad de Talgo desde hace varios años, algo que ha llevado a su principal accionista, Trilantic, a buscar un socio que conozca el sector, le sustituya en el accionariado y sea capaz de proporcionar esta capacidad industrial. A esto sólo se ha ofrecido, de momento, el consorcio húngaro Ganz-MaVag (Magyar Vagon).
El directivo, también accionista minoritario de la compañía, también ha reclamado maximizar la eficiencia de los recursos financieros, dadas las dificultades para encontrar un inversor que sustituya al fondo británico que sea del agrado del Gobierno, que inicialmente rechazó la llegada del consorcio magiar.
Sin novedades para la opa
La ausencia de novedades sobre la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por el grupo ferroviario Magyar Vagon con el apoyo y la financiación del gobierno de Viktor Orbán, han marcado la junta general de accionistas de la compañía, celebrada este jueves en su sede de Las Rozas (Madrid).
A ese respecto, Palacio únicamente se ha pronunciado exclamando que "nuestras líneas rojas son y seguirán siendo preservar el empleo y la capacidad industrial en España, mantener la sede y la dirección de Talgo en España, y conservar la titularidad de las patentes", todo ello "mientras conseguimos la mejor opción para todos los accionistas y trabajadores". Horas antes, representantes del sindicato CCOO se reunieron con los empresarios húngaros para conocer avances en el proceso de compraventa.
Luz verde a un año récord
Los accionistas de la compañía dieron su visto bueno a la actuación y las cuentas del ejercicio 2023, año de récords para la compañía en términos de ingresos y cartera de pedidos, según ha dado a conocer la compañía —porque, al contrario que la mayor parte de empresas cotizadas, su junta no era de acceso público—,
Talgo cerró 2023 con unos ingresos récord de 652 millones de euros, un 39% más que el año previo; que dieron lugar a un Ebitda de 76,5 millones, un 55% superior al de 2022. Pero especialmente destacado fue el crecimiento de su cartera de pedidos, que se elevó un 54% hasta su máximo histórico de 4.223 millones.
Durante el pasado ejercicio, el fabricante español cerró el mayor pedido de su historia para la alemana Deutsche Bahn, la ampliación de un pedido para la danesa DSB y entregó varios trenes de larga distancia para Egipto, un logro que le ha permitido ratificar un segundo pedido de trenes de lujo este mes.
Los dos primeros son pedidos "que contribuyen a la estabilidad de los calendarios de fabricación y dejan margen para aplicar mejoras industriales", exclamó Palacio en una carta dirigida a los accionistas tras publicar sus resultados. Ahora, Talgo asegura que "garantizan la sostenibilidad del negocio en el largo plazo".
En su intervención, el presidente de Talgo también puso el foco en la apertura de nuevos mercados internacionales como Oriente Medio y el norte de África, donde, junto a un mercado ya conocido como Europa, se concentrarán "los principales focos de oportunidades". "Continuamos trabajando en oportunidades potenciales, enfocados tanto en los segmentos de alta velocidad y larga distancia, donde nuestra experiencia es mayor", exclamó Palacio.
Gonzalo Urquijo, consejero delegado de la compañía, quiso resaltar el "alto nivel de actividad" de los proyectos de fabricación de trenes; y la actividad de mantenimiento, que "continuó entregando los mejores ratios de fiabilidad y disponibilidad y se ha incrementado con la entrada en servicio de los trenes de Egipto, manteniendo ya contratos en ocho países que nos proporcionan visibilidad de ingresos y actividad a largo plazo con una cartera consolidada y en constante crecimiento".