La compañía ferroviaria Iryo ha refrendado este jueves el primer convenio colectivo con sus maquinistas, con el que, al igual que su competidor Ouigo, busca asegurarse la paz social durante el que será su verano de mayor actividad en las vías españolas. El acuerdo ha sido sellado este jueves por la dirección de la compañía, y el sindicato mayoritario del colectivo de maquinistas, SEMAF. Entrará en vigor en próximas semanas, una vez se deposite en la autoridad laboral competente y se saque a información pública.
El sindicato de maquinistas SEMAF logró hacerse con la mayoría en la representación de los trabajadores del colectivo de conducción el pasado mes de febrero, cuando ya anunciaron su intención de mejorar sus condiciones mediante el establecimiento de un convenio franja que se centre en la profesionalización continua, una mayor seguridad en el trabajo y la mejora de sus derechos laborales.
Este avance en los derechos de los trabajadores no es el último en el que está trabajando la dirección de Iryo. La compañía asegura haber abierto las conversaciones con el resto de representantes sindicales para lograr un convenio colectivo de empresa que ampare al resto del personal.
Cancelada la huelga de CGT
La firma de este convenio llega apenas unos días después de que el sindicato CGT anunciase la convocatoria de una huelga para los días 28 de junio y 5 de julio de 2024. Estos paros quedaron anulados este mismo jueves después de que empresa y organizaciones sindicales acordaran sentarse a la mesa.
Los convocantes reclamaba a la dirección de la operadora que arrancase las negociaciones para establecer un primer convenio colectivo de empresa. Fuentes de Iryo apuntan a este periódico que, aunque ha habido conversaciones preliminares, la negociación del mismo está sujeto a que finalicen las elecciones sindicales convocadas en sus diferentes centros del trabajo, y que todavía están en marcha.
También esta misma semana, su competidor directo Ouigo firmó su primer convenio colectivo de empresa, centrado en una mejora de la flexibilidad ofrecida en aras de una mayor conciliación con la vida privada. La filial del gigante francés SNCF se convirtió así en la primera operadora privada de alta velocidad en sellar este pacto con su plantilla en España. En la actualidad, Ouigo cuenta con casi 400 empleados mientras que Iryo supera los 600, en línea con su mayor volumen de actividad en España.
