
Con la ampliación del aeropuerto londinense de Luton en marcha, Aena estudia expandirse todavía más en el país y pujar por el aeropuerto escocés de Edimburgo, en una operación que supondría la mayor apuesta inversora del gestor aeroportuario español desde que iniciara su internacionalización. Según las fuentes consultadas por elEconomista.es, la compañía pública que preside Maurici Lucena ha comenzado a trabajar para postularse en el proceso competitivo para adquirir el activo, que ha puesto a la venta su mayor accionista, el fondo estadounidense Global Infrastructure Partners (GIP). La valoración que hace el mercado se estima en una horquilla de entre 3.000 y 3.500 millones de euros. Oficialmente, Aena señala que "como mayor gestor aeroportuario del mundo siempre analiza todos los activos disponibles".
El aeropuerto de Edimburgo es propiedad de GIP desde 2012 cuando se lo adquirió a BAA (controlada entonces por Ferrovial) por 988 millones de euros. En la actualidad, la mayoría del capital lo retiene el inversor norteamericano (80,9%). El fondo soberano australiano Future Fund y el el fondo de pensiones Australian Retirement Trust se reparten el resto (el 9,55% cada uno). La operación de venta está pilotada por los bancos de inversión HSBC y JP Morgan, mientras que ICF presta asesoramiento técnico. El proceso arrancará en las próximas semanas, con las ofertas no vinculantes (NBO, por sus siglas en inglés) previstas para finales de enero.
El interés de Aena se justifica en su voluntad de crecer en Reino Unido, donde tiene su principal aeropuerto extranjero, London Luton, del que ostenta desde 2013 el 51% del capital de la sociedad concesionaria –comparte la propiedad con Infrabridge, antigua AMP Capital, que ostenta el 49%–.

Este aeródromo, el cuarto de los cinco aeropuertos de Londres, ha recibido recientemente la aprobación por parte de las autoridades locales para aumentar su capacidad y pasar de 18 millones de pasajeros a 19, en lo que es el primer paso para alcanzar los 32 millones de viajeros anuales. El objetivo es no perder ventaja frente a otros aeropuertos vecinos que también trabajan en planes de crecimiento, como es el caso de Stantsted, propiedad de MAG, dueño a su vez del aeropuerto de Manchester.
Lucena explicó en la última junta de accionistas de Aena que sería muy selectivo con las operaciones inorgánicas del grupo durante los próximos años, enmarcados en su plan estratégico (2022-2026). De momento, ha renunciado a gestionar el Aeropuerto de Cartagena de Indias, en Colombia, después de 27 años. GIP, por su parte, promueve la venta de un nuevo aeropuerto en Reino Unido tras varios años de rumores sobre su interés de salir de Edimburgo y después de haber traspasado el de Gatwick (Londres) en 2018 a Vinci por 1.659 millones de euros.
La de Edimburgo supone una nueva operación corporativa entre los aeropuertos de Reino Unido. Coincide en el tiempo con la venta de la participación del 25% que controla Ferrovial en Heathrow. La compañía presidida por Rafael del Pino anunció semanas atrás un acuerdo para el traspaso por más de 2.700 millones de euros de su participación en FGP Topco, sociedad matriz de la gestora del aeropuerto londinense, a Ardian y a PIF, el fondo soberano de Arabia Saudí que ha irrumpido en el capital de Telefónica.
Estos procesos podrían no ser los últimos en 2024, ya que en el mercado se apunta a la posibilidad de que Ferrovial se desprenda también del 50% que tiene en el grupo aeroportuario AGS, formado por los aeropuertos de Aberdeen, Glasgow y Southampton, si bien la firma ha descartado esta operación. Su eventual venta también podría atraer a Aena, de acuerdo con las fuentes consultadas. En la rampa de desinversión figuran además los aeropuertos de London Southend, Leeds y Newcastle.
6,6 millones de pasajeros
El aeropuerto de Edimburgo es el mayor de Escocia por número de pasajeros y el sexto de Reino Unido. En los seis primeros meses de 2023, transitaron por la infraestructura un total de 6,6 millones de personas, lo que representó el 93% del nivel previo a la pandemia por Covid-19, consolidando así la tendencia creciente del tráfico. En 2019, el aeropuerto registró 14,7 millones de pasajeros (5,3 millones de usuarios de vuelos domésticos y 9,4 millones de internacionales).
En 2021 la cifra se hundió hasta los tres millones y en 2022 remontó hasta los 11,3 millones (más de tres millones en trayectos domésticos y casi 8,2 millones en internacionales). El aeropuerto, que consta de una terminal y una pista con una longitud de 2.560 metros, presta servicio a más de 30 aerolíneas y más de 150 destinos. Al margen de Reino Unido, Aena gestiona 48 aeropuertos en España y tiene presencia en otros 22 en cuatro países. En concreto, el gestor español participa en Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), que explota 12 aeropuertos en México y dos en Jamaica.
Mayor presencia tiene en Brasil, donde en 2020 se hizo con la concesión de seis aeropuertos y en el verano de 2022 sumó otros 11, totalizando así 17 y erigiéndose en el mayor operador del país (opera actualmente el 20% del tráfico). El primer lote lo gestiona a través de Aeroportos do Nordeste do Brasil (ANB) y el segundo está en manos de la sociedad Bloco de Onze Aeroportos do Brasil (BOAB). Ambas están participadas al 100% por la compañía pública. Por último, la compañía controlada por el Estado español también es el gestor de los Aeropuertos de Cali y de Cartagena de Indias, en Colombia, si bien este último saldrá de su perímetro en febrero próximo.