Transportes y Turismo

La banca 'aprieta las tuercas' a Bergé tras triplicar casi la deuda a corto

  • Exigió la venta de una filial y nuevas garantías para refinanciar 170 millones de euros
  • El grupo, que estudia sacar a bolsa su filial Astara, suma 700 millones de endeudamiento corriente
Bergé

La banca ha apretado las tuercas a la empresa vasca de importación de vehículos y distribución Bergé después de que su deuda se haya casi triplicado en el último ejercicio a corto plazo, hasta 693,8 millones de euros. A la espera de la posible salida a bolsa de su filial Astara Mobility, que comercializa las marcas SsangYong, Subaru y Mitsubishi, el grupo se ha visto obligado a pedir una refinanciación de su pasivo, por la que se ha visto obligada a vender activos y aportar nuevas garantías, firmando así "una prensa de primer rango sobre las participaciones y acciones de las sociedades del perímetro de financiación".

Bergé, cuyo presidente y consejero delegado es Jaime Gorbeña Yllera, explica en sus últimas cuentas anuales que a principios de 2023 llegó a un acuerdo de refinanciación con las entidades financieras sobre el contrato firmado en 2020 para ampliar el pago de la deuda hasta el año 2027 sujeto a una serie de condiciones. El acuerdo se firmó, en concreto, con el Banco Santander, BBVA, Abanca, CaixaBank y Corporación Financiera Alba para lanzar dos líneas de crédito por un importe total de 170 millones, incluyendo 80 millones de circulante. La primera línea corresponde a BISL (Bergé Infraestructuras y Servicios Logísticos) y tiene un importe máximo de 112,04 millones y la segunda a BYCO (Bergé y Compañía) por otros 56,5 millones de euros más.

Las condiciones

Para poder firmar este acuerdo la banca exigió en concreto a Bergé la venta del 50% que tenía de la sociedad Bergé Gefco y "la aplicación de los fondos obtenidos a determinas finalidades acordadas con las entidades financieras". La operación, que se ha llevado a a cabo el pasado mes de abril, ha permitido a Gefco convertirse en la nueva Ceva Logistic, especializada en la logística de vehículos terminados y que transporta cerca de cuatro millones de coches cada año, con una flota de 1.600 camiones y casi 3.000 vagones.

Bergé, que tiene unos fondos propios de 247 millones y cerró el año pasado con un resultado operativo de 286 millones de euros, controla el 75% de Astara Mobility, que ha triplicado también su deuda a corto plazo a la espera de su posible salida a bolsa. La empresa de distribución de automóviles ha pasado de cerrar 2021 con una deuda corriente de 222,7 millones de euros hasta alcanzar los 643,7 millones el año pasado. El endeudamiento a largo plazo también ha aumentado, aunque en este caso un 40%, hasta situarse en 79,1 millones. Desde Bergé explican que este incremento de la deuda obedece a unas mayores necesidades de financiación a corto plazo.

Niveles de 'stock'

La empresa en las cuentas explica que el sector del automóvil ha pasado por un periodo de escasez en el suministro de vehículos derivado principalmente de la falta de semiconductores, lo que se tradujo en que durante el ejercicio 2021, y en especial al cierre del mismo, los niveles de existencias quedaron muy por debajo de los niveles óptimos para atender la demanda existente", explicando que tras la recuperación de los mismos la deuda ha aumentado a la par que lo hacían los stocks.

"El reflejo de esta situación en nuestros estados financieros al cierre del ejercicio 2022 ha supuesto un crecimiento de los stocks hasta 1.191 millones de euros (538 millones al cierre de 2021), siendo los niveles de los mismos al cierre de 2022 acordes a los niveles de ventas de Astara, que ascendieron en dicho periodo a 4.561 millones", agrega y teniendo esto "como contrapartida un incremento en el pasivo circulante mediante el que se financia los mismos".

Salto al mercado

Este incremento de la deuda, la refinanciación y las nuevas obligaciones pactadas con la banca se producen en un momento en el que Bergé se está planteando, además, una posible salida a bolsa de Astara. La empresa parte con una valoración de unos 2.000 millones de euros y su objetivo es buscar una nueva fuente de financiación. En principio, el 75% de las acciones las seguiría manteniendo Bergé, aunque no es de extrañar que venda parte de su capital. De todos modos, la intención de Bergé es mantener al menos el 51% de Astara.

Pero la deuda no es el único problema al que se enfrenta el grupo vasco, que encara además un contencioso con la Agencia Tributaria. Bergé ha recibido en el último ejercicio las resoluciones del Tribunal Económico Administrativo (TEAC) que desestimaban las reclamaciones presentadas contra Hacienda, según explica en sus cuentas, en las que no facilita el importe de la reclamación.

Bergé y Compañía junto con su filial, Astara, se negaron a aceptar los acuerdos de liquidación del impuesto sobre sociedades de los ejercicios fiscales de 2012, 2014 y 2015. Ahora, tras la primera resolución en contra, Bergé anuncia en sus cuentas que "interpondrá en tiempo y forma los correspondientes recursos contencioso-administrativos ante la Audiencia Nacional". Las cuentas que Bergé ha enviado al Registro Mercantil, según se recoge en una anotación de Informa, se han presentado, por otro lado, de forma incorrecta. Esto puede obedecer a la existencia de algún error en algunas de las cifras que la compañía ha recogido en las cuentas.

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