
Fairmont ha defendido hoy ante el juez la vigencia de su contrato para gestionar el Hotel Juan Carlos I de Barcelona y ha aportado testigos para demostrar que, tras el cambio de propietario del hotel y el fin de la pandemia, proporcionó un proyecto "para la pronta y eficiente reapertura del complejo", y que dicho plan de negocio y las propuestas presentadas, a corto y medio plazo, contenían información estratégica y financiera confidencial que fue utilizada para la preparación de la propuesta de gestión alternativa a través de Meliá que la propiedad presentó al juzgado, en el marco del concurso de acreedores, en un acto de "mala fe".
Fairmont argumenta que, a finales de 2022, después de meses de contactos y aportación de documentación, estaban a punto de firmar un memorándum de entendimiento para reabrir con el grupo Tyrus, principal acreedor de la deuda del hotel y aliado del nuevo propietario de Barcelona Project's.
Sin embargo, el día 28 de diciembre Tyrus les comunicó por correo electrónico que ponía fin a las conversaciones; el día 9 de enero Barcelona Project's les remitió un burofax en que comunicaba la resolución unilateral del contrato de gestión, y el día 11 se anunció a través de una nota de prensa el acuerdo con Meliá.
Tras el juicio de este viernes, el titular del Mercantil 11 de Barcelona debe dirimir sobre la petición de Barcelona Project's de resolver anticipadamente el contrato de gestión firmado con Fairmont en 2014 y hasta 2039, aduciendo que era lo mejor para superar el concurso de acreedores, mientras la cadena canadiense pugna por dar continuidad al acuerdo y se basa en un informe de Mazars para defender que su propuesta es más ventajosa que la de Meliá, según avanzó elEconomista.es.
Fairmont también esgrime que la única etapa en la que el resort urbano inaugurado en 1992 ha sido rentable ha sido bajo su gestión, a la que llegó cuando el que es uno de los hoteles más lujosos de la capital catalana acumulaba una deuda millonaria tras la administración realizada por la cadena catalana Husa, del empresario Joan Gaspart.
Según los datos aportados por Fairmont y consultados por este diario, entre 2015 y 2019 los ingresos por ocupación crecieron un 54,4% y el precio por habitación un 65,5%.
Entre 2017 (cuando terminó la primera fase de reformas bajo la gestión de Fairmont) y 2019, el ebitda creció un 86%, de 3,4 a 6,4 millones, y el beneficio neto un 34%, de 3,9 a 5,3 millones. En el mismo periodo, los ingresos crecieron de 40,8 a 45,2 millones, y el beneficio bruto de explotación de 7,5 a 11 millones.
Asimismo, Fairmont detalla que en 2014 aportó un préstamo de 12 millones a Barcelona Project's para relanzar el hotel, de los que solo recuperó dos millones, ya en 2018, pero que la cadena ofreció al propietario condonar el resto a cambio de determinadas condiciones y de mantener el contrato de gestión hasta 2039, tal y como estaba estipulado inicialmente.
Indemnización y concurso de acreedores
En el caso de que el juez decida aceptar la resolución anticipada del contrato de gestión de Fairmont -suspendido temporalmente desde abril de 2022 a petición de la hotelera al no poder contactar con el anterior propietario, que dejó de pagar seguros, seguridad y suministros básicos-, la firma americana exige una indemnización de más de 19 millones de euros en concepto de lucro cesante.
En este sentido, agrega que "ello incrementaría significativamente el crédito en favor de Fairmont en el concurso de acreedores y, por tanto, su peso con respecto al mismo, que debería ser revisado".
Dado que el juez ya ha aprobado hace unas semanas el referido convenio de acreedores presentado por la propiedad del complejo hotelero Juan Carlos I y el administrador concursal, antes de dirimir la cuestión sobre el contrato de gestión, Fairmont prevé presentar la semana que viene un recurso de apelación ante la Audiencia de Barcelona respecto al convenio de acreedores. Por su parte, la sentencia sobre el contrato de gestión también se prevé en los próximos días, y en todo caso antes de final de mes.
En el recurso ante la Audiencia, Fairmont prevé aducir que se ha invertido el "orden lógico" de resolución de las causas judiciales abiertas sobre el único hotel de Barcelona que sigue cerrado tras la pandemia, y que además del edificio principal con las habitaciones y salones, incluye los jardines con piscina y el Palacio de Congresos de Cataluña.