La naviera Baleària, que se ha convertido en el mayor operador español de ferris tras la venta del negocio de Armas-Trasmediterránea en Baleares en 2021, ha dejado atrás el temporal que supuso la pandemia. La empresa ha superado en un 20% tanto sus ingresos como el pasaje que tenía en 2019. La compañía con sede en Denia (Alicante) facturó 563 millones de euros en 2022, un 42% más que el ejercicio anterior, y ganó 67 millones, con una mejora del 34% anual.
Los 34 barcos de su flota transportaron en total 4,77 millones de pasajeros el año pasado, lo que supuso un incremento del 64%, mientras que en automóviles el volumen transportado creció un 53%. La carga fue al apartado que menos creció, un 6%, ya que en la pandemia se mantuvo el transporte de mercancías.
Aunque el mayor mercado de la compañía son las rutas con Baleares, el presidente y dueño de Baleària, Adolfo Utor, destacó el efecto que tuvo la recuperación turística y la apertura de las fronteras marroquíes, a partir de junio. De hecho, el pasaje internacional se multiplicó casi por seis, hasta 883.000 pasajeros, a pesar también de reducir su actividad en Argelia por los problemas en ese país.
La otra cara de su actividad fue el impacto del coste de combustible en su actividad. Según Utor, aunque la subida fue elevada, "el efecto del combustible lo hemos podido paliar por el trabajo en la compra de derivados para reducir sus efectos en este entorno tan complejo".
Esa vigilancia del precio del fuel y gasóleo le permitió obtener un ebitda récord de 140 millones de euros y un resultado de 67 millones, un 34% más.
Sin gas
Eso sí, su apuesta por usar el gas natural licuado para reducir emisiones y costes de momento sigue sin poder ser efectiva. "Seguimos sin poder utilizar el GNL por el coste. Ser sostenible no puede pasar por el suicidio, en la medida que tengan un coste asumible utilizaremos GNL", comentó Utor.