
Renfe ha puesto en circulación la primera de las nuevas locomotoras fabricadas por la factoría ferroviaria de Stadler en Albuixech (Valencia), con las que su división de Mercancías prestará servicio a los tráficos de ArcelorMittal entre sus altos hornos en Asturias y su factoría de transformación en Sagunto, que destina su producción fundamentalmente al automóvil.
Esta línea de trenes, conocidos como bobineros por su carga, ha convertido al corredor ferroviario entre Asturias y Valencia en el primero de España por tráfico de toneladas y kilómetros recorridos, pese a atravesar la rampa de Pajares, construida en el siglo XIX y una de las mayores pendientes del sistema ferroviario español.
Precisamente por las características de ese tramo para salvar el puerto que separa Asturias de la Meseta hasta ahora los convoyes tenían que utilizar dos locomotoras en la mayoría de los casos para poder ascender por esa pendiente con el elevado peso de las bobinas de acero.
Aunque la rampa de Pajares debería dejar de utilizarse con la puesta en servicio de los túneles de la variante bajo el valle del Huerna entre Asturias y León con más de 40 kilómetros. Sin embargo, tras años de retrasos acumulados en las obras también la puesta en servicio de ese nuevo tramo sigue acumulando anuncios fallidos.
El primer servicio con estas nuevas unidades, una composición de locomotora y 20 vagones, partió de la factoría de Trasona (Avilés) con una carga de bobina laminada en caliente de 1.440 toneladas brutas.
Contrato de 64 millones
Renfe ha reforzado su relación con Arcelor con la incorporación de estas 12 locomotoras de mayor capacidad y tracción adquiridas a Stadler, con una inversión de 64,7 millones de euros.