
La pandemia supuso una parada obligada en la renovación del mapa de las concesiones públicas de transporte de viajeros por carretera en la Comunidad Valenciana que se había puesto en marcha para mejorar este servicio.
Una situación que ha propiciado que en los últimos meses se hayan puesto en marcha los procesos para adjudicar servicios de líneas urbanos e interurbanas valorados en 540 millones de euros que marcarán esta actividad durante la próxima década.
La mayoría de estas líneas corresponden a la Generalitat Valenciana, que ha lanzado en total 11 licitaciones de distintas rutas de transporte interurbano en toda la región. A ellos se suma al concurso público para el transporte urbano de la segunda mayor ciudad de la autonomía, Alicante.
Una licitación histórica, ya que la actual concesión en manos de la empresa Masatusa, del grupo alicantino Subús-Vectalia, estaba vigente desde 1969. Precisamente el grupo controlado por la familia Arias es una de las dos ofertas presentadas. El otro candidato es Avanza, en manos de la multinacional mexicana Mobility ADO, que posee la filial Autocares Costa Azul encargada del transporte urbano en Torrevieja y de varias líneas interurbanas en el sur de la provincia.
Un concurso que parece encarrilado para Vectalia. El grupo alicantino ha obtenido la mayor puntuación técnica y también es la que ofrece una menor aportación del Ayuntamiento durante los diez años de servicio, que sitúa en 125,6 millones de euros, frente a los 142,6 millones de la oferta presentada por Avanza. El nuevo contrato incluye inversiones para la renovación de la flota, que pasará de los 97 autobuses actuales a 101 vehículos. Además, 42 de ellos serán eléctricos.
Los competidores
El principal operador de autobuses de la provincia de Alicante también se perfila como adjudicatario de una de las concesiones de la Generalitat Valenciana actualmente en juego. Se trata de la concesión CV-211, que incluye las líneas que unen Elche con sus comarcas más cercanas. Un contrato valorado en 28 millones euros y en el que se ha impuesto en la valoración de ofertas a los otros dos competidores: el grupo madrileño Interbus y la almeriense Busbam.
Estas dos empresas y el grupo gallego Monbus, con una filial en la comarca de Utiel-Requena que acaba de sumar otra concesión en Castellón y Sagunto, se han convertido hasta ahora en las principales alternativas a los operadores tradicionales de las líneas regulares en la región. Junto a Vectalia destacan el líder nacional Alsa y el valenciano Transvía, además del grupo Autos Mediterráneo-Hicid en el caso de la provincia de Castellón.
Busbam, además de concurrir a la concesión para el transporte interurbano entre Elche y sus comarcas vecinas, ha pujado por otros dos servicios. Uno es el que conecta las dos grandes capitales autonómicas, Valencia y Alicante. La otra concesión aglutina las líneas regulares para unir las localidades ubicadas en las comarcas alicantinas de La Marina Alta, cuya capital es Dénia, y La Marina Baja, que incluye Benidorm, entre ellas y con Alicante.
Sin embargo, la empresa almeriense ha sido excluida al considerar que no justifica su oferta económica en ambos concursos. En el caso de los servicios entre Alicante y Valencia, valorados en 25,6 millones de euros, la elegida ha sido la alianza formada por Alsa y Transvía, que ya se repartían la mayoría del servicio. En el caso del grupo asturiano, es el operador de la ruta por la costa. Por su parte Transvía, que incluye a La Concepción, Herca, Travicoi o Hispano Chelvana, es el principal prestatario de las líneas regulares con las localidades del interior de la provincia de Valencia, además de incluir varias líneas metropolitanas.
Precisamente junto a los contratos de mayor importe, las concesiones de la Generalitat también abarcan rutas vitales para pequeñas compañías locales en zonas rurales, como Autocares Chambitos en Ayora que realizará la línea de Cofrentes a Almansa o Togsa, que también es la elegida para varias rutas en torno a Xàtiva y la comarca de La Costera.