Transportes y Turismo

Talgo acusa a Renfe del retraso del Avril y sigue sin dar fechas de entrega

  • Señala que Adif ha recortado el tiempo disponible para las pruebas
  • Cuestiona a Renfe por tener una limitación de recursos y cambiar el diseño

Sigue la guerra entre Talgo y Renfe a causa de los retrasos en la entrega de los trenes Avril tras la petición de compensación de 116 millones de euros que el operador público exigirá al fabricante. Este mismo miércoles, Ep hacía pública una misiva enviada por Carlos de Palacio, presidente de Talgo, a Isaías Táboas, su homólogo en Renfe. En ella, el fabricante responsabilizaba a la empresa pública y otras compañías estatales dependientes del Gobierno de los retrasos en la entrega, si bien no marcaba ninguna fecha en el calendario para hacer efectiva esta entrega.

De acuerdo con la carta publicada por Ep, Palacio defiende que se ha cuestionado la profesionalidad de Talgo y se ha "dañado claramente su reputación" con el impacto que esto tiene para el conjunto de la empresa. En este sentido, argumenta que los retrasos que alega Renfe para solicitar la millonaria compensación son consecuencia directa de los cambios de diseño que hizo el operador público dos años después de firmarse el contrato, la paralización de la actividad derivada del Covid-19 y los retrasos y restricciones que "se le han puesto para hacer las pruebas de los trenes".

En este sentido, la carta señala que la disponibilidad para hacer las pruebas de los trenes, fijada inicialmente en 40 horas a la semana, fue reducida por Adif, gestor público de la red ferroviaria, hasta las 15 horas semanales, lo que, en opinión de Talgo, produjo "un daño irreparable" en la empresa. En cambio, fuentes del sector señalan a elEconomista.es que si bien ahora las horas de pruebas se han reducido, "durante meses Talgo no aprovechó todas las que es le habían ofrecido", señalando como clave las vías inauguradas en los últimos meses que sirvieron durante "mucho tiempo" como banco de pruebas. Es el caso de los tramos entre Pedralba de la Pradería y Ourense, abierta al tráfico comercial el pasado diciembre, y la unión entre Venta de Baños y Burgos, puesta en servicio este mismo mes de julio.

La carta habla, además, de otros cambios regulatorios que, de acuerdo con la misma información, redujeron todavía más la disponibilidad de vía para hacer las pruebas, ya que se priorizaron otros asuntos "como los trabajos de mantenimiento", a lo que se une una "limitación de recursos" por parte de Renfe y supuestas "incidencias" en sus talleres.

"Todos esos cambios y sus consecuencias se han ido comunicando periódicamente a Renfe desde principios de 2020, que ha tardado dos años en contestar a nuestros argumentos y lo ha hecho de forma abrupta, negándose a escucharlos y sin justificación alguna", añade Palacio en la misiva.

Es por todo ello que, según el texto y frente a la millonaria reclamación de Renfe, el presidente de Talgo señala que el operador debería reconocerle "el haber sido capaz de fabricar el tren de alta velocidad más versátil del mundo en uno de los momentos más difíciles".

Limitaciones en las operaciones en Galicia

La principal consecuencia del retraso en la entrega de los trenes Avril a Renfe la está pagando Galicia. La entrada en operación de la alta velocidad a esta región a finales del pasado año conseguiría un empujón, tanto en recorte del tiempo de viaje como en un aumento del número de frecuencias. Además, la llegada de estos trenes ha sido utilizada como un arma política desde la Xunta, que ha pedido la llegada inmediata de los trenes, una tarea que depende de las homologaciones. 
Por ahora, no hay una fecha fijada para la entrega si bien, como ya señaló elEconomista.es el pasado mes de marzo, se espera que los trenes Avril puedan entrar en operación de cara a 2023. 
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jsus
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y ya estamos a agosto.

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