
Renfe se ha cansado de esperar por los trenes Avril y penalizará a Talgo por los retrasos acumulados en este contrato. La compañía pública analiza el contrato, que tiene un valor de casi 800 millones de euros, para calcular la cifra de compensación que le requerirá al fabricante. Los trenes deberían haberse comenzado a entregar en enero de 2021 pero, a día de hoy, no existe una fecha definitiva para ello.
Renfe adjudicó a Talgo la fabricación de 30 trenes de alta velocidad de los que 15 serán de ancho variable (lo que permite circular por vía convencional y estándar). La inversión en estos nuevos trenes asciende a los 786,5 millones de euros. Ahora, según confirman a elEconomista.es fuentes del sector, esta cantidad sería de "decenas de millones".
La flota de Renfe no ha aumentado en los últimos años, pero sí las relaciones ferroviarias. La apertura de nuevas líneas de alta velocidad, como Madrid-Orihuela, que entró en operación en febrero de 2021 o Madrid-Ourense, que comenzó su explotación comercial en diciembre del año pasado, permitiría aumentar las frecuencias, pero la falta de material rodante lo impide.
Además, esta misma semana se ha puesto en servicio el túnel pasante entre Chamartín y Torrejón de Velasco que permitiría los trenes pasantes, pero tampoco se pueden ejecutar la mayor parte de las frecuencias por la falta de trenes, entre otros motivos.
La compañía se ve en la obligación de tener que redistribuir la flota existente hasta que lleguen los nuevos trenes que tiene que entregar Talgo para lo que, como se ha comentado anteriormente, no existe una fecha prevista. A estas aperturas se unirá en unos días la puesta en servicio de la línea Madrid-Burgos de alta velocidad.
La compañía que encabeza Isaías Táboas puede prestar actualmente una media del 82% de los servicios que operaba en 2019 en, por ejemplo, relaciones como Madrid-Sevilla, Madrid-Málaga, Madrid-Valencia, Madrid-Alicante, Madrid-Zaragoza-Barcelona y Madrid-León. Además, en líneas como las que unen la capital con Galicia, la operativa prevista es inviable ya que se necesitan trenes de ancho variable que estaba previsto que recibiesen en enero de 2021.
El pasado mes de marzo el suplemento mensual de elEconomista Transporte ya publicaba que las pruebas de homologación del tren Avril de ancho variable amenazaban con retrasar su puesta en servicio hasta bien entrado 2023 después de que comenzasen solo unas semanas antes. Talgo seguía entonces trabajando en la homologación del tren de ancho fijo que había comenzado más de un año antes, pero, a día de hoy, todavía no ha concluido los requerimientos.