
Los veteranos del lugar recordarán como, a principios de siglo, se popularizó entre los usuarios de telefonía móvil un código de llamadas perdidas que permitía comunicarse sin necesidad de gastarse un céntimo. El número de timbrazos, por ejemplo, se relacionada con un significado preestablecido entre los interlocutores. Esa picaresca triunfó hasta que las tarifas planas de llamadas de voz acabaron con semejante maniobra.
Salvando las distancias, parecida ocurrencia vuelve a tener vigencia con miles de empresas de servicios online abonadas a las denominadas llamadas flash, en este caso utilizadas para autenticar a los usuarios por su número de móvil. Entre otras ventajas, este método evita el oneroso envío SMS con códigos de verificación. En el caso de las llamadas flash, el sistema consiste en la realización de una llamada perdida, de apenas medio segundo, por parte del proveedor de servicios online al número de móvil indicado por el usuario. Acto seguido, la compañía puede verificar la identidad del usuario una vez que ha recibido autorización del usuario para acceder al registro de llamadas del cliente.
Esa operativa resulta gratuita para los usuarios pero no para las telecos, que incurren en gastos propios de la interconexión. En concreto, y según se desprende de un estudio de Juniper Research, los operadores dejarán de ingresar 1.300 millones de dólares (1.180 millones de euros) por llamadas flash no detectadas en los próximos cinco años, entre 2023 y 2027.
"Las llamadas flash aprovechan las redes de voz para autenticar a un usuario o una transacción a través de un número de teléfono de origen de una llamada perdida. Los últimos dígitos de este número de teléfono se utilizan automáticamente para la autenticación, en lugar de que el usuario introduzca manualmente un código enviado por SMS", explican los autores del informe. Los mismos señalan que "la incapacidad de los operadores de telecomunicaciones para detectar el tráfico de llamadas flash hará que disminuyan los ingresos de los operadores por SMS". Al mismo tiempo, Juniper sugiere a los operadores de telefonía "a adoptar soluciones de cortafuegos de voz capaces de distinguir el tráfico de llamadas flash de las llamadas de voz P2P existentes, para así reducir las pérdidas de ingresos por SMS".
El informe apunta que más del 90% del tráfico de llamadas flash no será detectado por los operadores en 2023. Sin embargo, se espera que esta cifra descienda hasta el 45% en 2026, impulsada por los servicios de detección ofrecidos por proveedores de cortafuegos externos. A medida que los cortafuegos identifican más tráfico de llamadas flash, los operadores deben tomar una decisión: ya sea bloquear la comunicación o facturar el tráfico de llamadas flash identificado. Ante ese nuevo panorama, el informe "recomienda que los operadores den prioridad a las estrategias que monetiza el tráfico, ya que bloquear las llamadas de voz P2P identificadas incorrectamente como tráfico de flash calling provocará frustración entre los abonados".
Los expertos de Juniper aseguran "que las pérdidas de los operadores por llamadas flash no detectadas empezarán a experimentar descensos interanuales a partir de 2026, a medida que se identifique más tráfico y, por tanto, los operadores lo moneticen". En ese sentido, "se prevé que los ingresos de los operadores por llamadas flash alcanzarán los 450 millones de dólares en todo el mundo en 2027, superando por primera vez las pérdidas de los operadores por tráfico de llamadas flash no identificado".