
El Grupo Telefónica ha recurrido al arbitraje del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) para defender sus derechos e intereses frente al fisco peruano. En concreto, la teleco responde a una resolución de la Corte Suprema de Perú que contempla la imposición de una multa de cien millones de euros (al cambio aproximado en soles), a la que se suma una cifra en concepto de intereses cuyo importe aún sin determinar oficialmente, pero que podría superar los 300 millones de euros.
La aparente desproporción entre la cuantía de la multa y los intereses devengados será materia de análisis en el arbitraje con sede en Washington (EEUU), asunto sobre el que la teleco confía en salir airosa de la litigio.
Según ha podido conocer este periódico, Perú ha aplicado un heterodoxa aplicación de los denominados intereses compuestos, es decir, el sobrecoste compuesto por el interés inicial, calculado sobre la totalidad del capital, más el interés anual acumulado desde el inicio de la imposición de la multa, que en este caso se remonta a 2004.
La controversia no sólo se centra en los impuestos de la Renta de 2000 y 2001, presuntamente no satisfechos en su totalidad por la teleco, sino especialmente por la referida doble imposición del cobro de intereses sobre los propios intereses acumulados en los últimos 9 años. Esta interpretación fiscal por parte del fisco peruano -considerada única en el mundo- ya fue declarada inconstitucional en Perú, lo que arroja esperanzas de éxito para el grupo español ante el arbitraje internacional.
Asimismo, Telefónica esgrimirá ante el Ciadi "la demora, no atribuible a la compañía, de casi 20 años en la tramitación de las controversias", motivo que encarece la cifra reclamada del fisco peruano en concepto de los referidos intereses compuestos.
Relacionado con todo lo anterior en aquel país, Telefónica había provisionado en sus cuentas hasta la fecha un total de 790 millones de euros, a las que se sumarán otros 155 millones, reservas realizadas la semana pasada, lo que arroja una tesorería ante contingencias fiscales de 945 millones de euros. Durante los 28 años de presencia de Telefónica en Perú, la teleco ha abonado en tributos en el país más de 10.000 millones de soles (2.415 millones de euros).