Telecomunicaciones

Orange y MásMóvil encarrilan un crédito de 6.500 millones para su fusión

  • Negocia los últimos flecos del acuerdo para firmar una línea de crédito
  • Roza el acuerdo con una decena de bancos para, desde agosto
  • El futuro líder de la banda ancha fija y móvil tendrá una cuota de mercado superior al 40%

Las direcciones financieras del grupo Orange y de Másmóvil ultiman estos días la financiación de 6.500 millones de euros, unos recursos considerados indispensables para la futura creación de la joint venture. Según fuentes a las que ha tenido acceso elEconomista.es, "si todo marcha como se espera, el acuerdo podría estar hecho la próxima semana". No obstante, la tarea no es sencilla. A la dificultad propia de los mercados crediticios se añade la incertidumbre de la situación geopolítica, con tipos de interés al alza, y con una deficiente visibilidad de la coyuntura global y de los negocios, tanto en el corto como en el medio y largo plazo.

Las mismas fuentes aventuran que las compañías francesa y española podrían darse el apretón de manos con los representantes de casi una decena de bancos en vísperas de la fiesta nacional francesa, el próximo 14 de julio. Es conocida la tradicional afición de las empresas españolas para acelerar todos los trámites para llegar a agosto con todos los deberes hechos o, al menos, suficientemente encarrilados. Entre otros detalles, favorece la búsqueda de financiación el hecho de que apenas existan en Europa oportunidades como las que ofrece la fusión de Orange y MásMóvil, así como la solvencia del grupo resultante, llamado a líderar el mercado español de las telecomunicaciones.

Hasta el momento se han culminado dos hitos en el largo periplo que pretende concluir con la unión de Orange España y MásMóvil, con activos en conjunto valorados en 19.600 millones de euros. La primera etapa se alcanzó el pasado 8 de marzo, cuando las dos empresas comunicaron el acuerdo sobre el inicio de negociaciones exclusivas para fusionar al 50% sus actividades en España. Ese primer periplo se recorrió de manera satisfactoria, y sin especiales sobresaltos, durante la pasada primavera. Las 'due dilligence' terminaron hace casi tres semanas y con ellas se dio carpetazo al proceloso estudio de las cuentas y el análisis hasta entonces oculto tras las bambalinas empresariales.

Sin un minuto que perder, los principales accionistas de Orange y MásMóvil iniciaron la búsqueda de financiación. Las instrucciones no admitían dobleces ni objeciones: las condiciones crediticias deben ser sostenibles y razonables, sin que la ofensiva en suelo español comprometa los objetivos de rentabilidad futuro.

Las horas extras de los departamentos financieros se cuentan por miles, pero según ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras de la situación, el trabajo se está haciendo muy bien y todo apunta a que el acuerdo de financiación está prácticamente al caer. Podría ser en cualquier momento, con varios departamentos implicados día y noche. Los detalles de la financiación se desvelarán a su debido tiempo, sin que hasta ahora hayan trascendido más que hipótesis, como la disponibilidad de los recursos financieros en diferentes modelos, tramos y plazos.

Una vez que se apalabre la concesión de recursos y se formalice el mega crédito ante notario, la siguiente aventura consistirá en llevar la propuesta de fusión hasta Bruselas. Será el turno de la Comisión de Competencia para poner a prueba su presunta apertura de miras para permitir la creación de campeones nacionales en el negocio de las telecomunicaciones. Con las condiciones que los responsables de competencia impongan, la fusión del segundo y cuatro operador español podría recibir las bendiciones regulatorias en un plazo complicado de anticipar, quizá entre nueve meses y un año, si se consideran unos precedentes lejanamente comparables.

Sobre la fase de autorizaciones de la fusión, parece sumamente improbable que la decisión quede en manos del regulador español, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, a pesar de que ya ha mostrado su disponibilidad para estudiarlo, si fuera el caso.

De hecho, Meinrad Spenger, consejero delegado del grupo MásMóvil, argumentó el pasado jueves que la CNMC goza de un conocimiento de mercado más profundo sobre los dos operadores españoles que el que dispone el organismo comunitario. En cualquier caso, el tamaño de la operación y el alcance multinacional de los jugadores conducen el expediente hacia la comisión que lidera Margrethe Vestager. No obstante, en ese estudio quedarán excluidos negocios que no formarán parte de la joint venture, como Orange Bank y los negocios del Grupo MásMóvil en Portugal.

También el pasado jueves, en un acto organizado por DigitalEs, el consejero delegado de Vodafone España, Colman Deegan, apoyó este movimiento de consolidación ya que impulsará las inversiones futuras en España. La fotografía actual del mercado, según datos de la CNMC, anticipan una sólida hegemonía por número de Orange-MásMóvil, con cuotas de mercados superiores al 40% tanto en banda ancha fija, como móvil y telefonía celular.

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