
La compañía nipona de videojuegos Nintendo ha anunciado esta mañana el nombramiento como nuevo presidente de Shuntaro Furukawa, quien sustituirá a Tatsumi Kimishima en el cargo a partir del 28 de junio.
Con el nombramiento de Furukawa, de 46 años y empleado en la compañía desde abril de 1994, Nintendo estaría buscando rejuvenecer su directiva para adaptarse a los rápidos cambios del sector.
El nuevo presidente, natural de la capital japonesa, fue nombrado en 2015 director del departamento de planificación administrativa y desde septiembre de 2016 se encontraba al frente del departamento de Marketing Global de la compañía, participando de forma directa en la creación y promoción de nuevos productos como Switch. Furukawa ostenta además desde mayo de 2012 el cargo de director externo de The Pokémon Company, la filial de Nintendo propietaria de los derechos de la exitosa franquicia Pokémon.
El actual presidente, Tatsumi Kimishima, de 68 años, llegó al cargo tras la muerte de Satoru Iwata en 2015, y aunque bajo su liderazgo se diseñó y comercializó el pasado marzo la exitosa Switch, la compañía buscaba emprender un cambio generacional para aprovechar el filón y los buenos resultados de la empresa.
Se espera que la sucesión sea efectiva a partir del 28 de junio, cuando tendrá lugar la Junta anual de Accionistas de Nintendo en la que se espera que se aprueben éste y otros cambios.
Beneficios disparados gracias a Switch
El anuncio del relevo en la presidencia se produjo el mismo día en que Nintento presentó su informe de resultados del ejercicio fiscal nipón de 2017, en el que aumentó un 36 % su beneficio neto y sextuplicó su ganancia operativa gracias a las sólidas ventas de Switch y de juegos, tanto en formato físico como digital.
Durante dicho período, que abarcó de abril de 2017 a marzo de 2018, la compañía con sede en Kioto (oeste) sextuplicó su beneficio operativo hasta 177.557 millones de yenes (1.334 millones de euros), informó hoy el fabricante de videojuegos en un comunicado.
En cuanto a las ventas, Nintendo duplicó su facturación y se embolsó 1 billón de yenes (7.932 millones de euros) debido al éxito en la comercialización mundial de títulos como Super Mario Odyssey, Mario Kart 8 Deluxe o Splatoon 2.