
Geoffrey Hinton, último ganador del Premio Nobel de Física 2024 y conocido dentro del sector tecnológico como el "padrino de la Inteligencia Artificial", al haber revolucionado esta tecnología hasta en dos ocasiones, lleva ya varios años alertando de los peligros de esta tecnología, motivo por el que en 2023 decidió abandonar Google antes de que el gigante estadounidense lanzara su propia IA llamada Gemini.
Desde entonces, es una de las voces con más peso a la hora de hablar sobre la IA y el futuro de esta tecnología en nuestro mundo, y de los pocos que no se muerde la lengua hablando del "futuro negro" que nos espera. En numerosas ocasiones ya ha señalado que no somos conscientes de lo que hemos creado y de cómo va a afectarnos, y en su última intervención en una entrevista concedida a The Financial Times, ha señalado quiénes serán los grandes ganadores y perdedores del auge de la IA.
"Lo que realmente va a pasar es que los ricos van a utilizar la IA para sustituir a los trabajadores", afirmó Hinton. "Esto provocará un desempleo masivo y un enorme aumento de los beneficios. Hará que unas pocas personas sean mucho más ricas y que la mayoría sea más pobre. Eso no es culpa de la IA, sino del sistema capitalista".
El ejemplo está, aunque todavía no está siendo tan visible, que las empresas están despidiendo a miles de trabajadores para reemplazarlos por IA, y que muchos detallan lo bien que les ha salido esta estrategia. Hinton señala que las compañías están preocupadas por los beneficios a corto plazo más que por las consecuencias a largo plazo de la tecnología y su impacto en la sociedad.
Hinton cree que los trabajos que realizan tareas rutinarias serán sustituidos por la IA, mientras que se mantendrán algunos trabajos que requieren un alto nivel de habilidad. Y por otro lado señala, que la sanidad es el único sector que estará a salvo del posible apocalipsis laboral.
Por último, rechazó la idea de Sam Altman, CEO de OpenAI, de que en un futuro existiera una renta básica universal, ya que la IA perturba la economía y reduce la demanda de trabajadores, afirmando que "no tiene en cuenta la dignidad humana" y el valor que las personas obtienen al tener un empleo.