
Si nos paramos a pensarlo, que haya gente viviendo largas temporadas en el espacio, es una auténtica locura y va en contra de toda naturaleza, pero nos suena mucho más normal que haya personas viviendo en el fondo del mar, a pesar de que es un medio mucho más cercano a nosotros y que en términos evolutivos venimos de ahí.
En los últimos años, el ser humano ha hecho importantes avances tanto en el espacio como en el fondo del mar, y el gran responsable de ello es el desarrollo tecnológico que nos permite alcanzar metas que hasta hace muy poco parecían lejanas. Y sin duda uno de los grandes propulsores de todos estos avances es China.
Y es que desde hace muchos años, el gigante asiático ha tenido un plan para convertirse en el líder tecnológico mundial, y es que "mientras occidente perdía el tiempo en formar a abogados y jueces, China se centró al 100% en el progreso, la tecnología y la ingeniera", como señala el experto y escritor Dan Wang.
Esto lleva a que constantemente estén embarcándose en nuevos proyectos rompedores, y según hemos podido saber, desde la Academia de Ciencias de China han aprobado la construcción una base submarina tan sofisticada como la Estación Espacial Internacional (ISS)a casi 2.000 metros bajo el agua.
La idea es instalarla cerca de fuentes hidrotermales que liberan fluidos ricos en minerales y poder investigar de una manera más precisa lo que ocurre en los fondos del mar, donde científicos aseguran que viven más de 600 especies conocidas.
Se van a construir hasta tres módulos continuos equipados con unos sistemas y tecnologías capaces de controlar temperatura, gestionar la energía y mantener limpios los sistemas, además de tener un claro enfoque en la seguridad de sus habitantes.
El objetivo es convertirse en un centro de recopilación de información geológica, biológica y tectónica al recopilar tendencias a lo largo del tiempo para comprender con fiabilidad los datos. Se espera que haya una conexión y flujo de información constante entre los sensores marinos, esta base y los laboratorios terrestres.
La intención es que dicha base esté operativa para el año 2030 con pruebas escalonadas antes de cada nueva fase, una gran noticia, ya que se espera que este innovador proyecto sea una gran fuente de información y descubrimientos sobre el fondo marítimo y la extracción de recursos de este mismo lugar.