
Si bien es cierto que el dinero físico cada vez pierde más importancia, en el sentido de que su uso se ha sustituido por los pagos mediante tarjeta, los cajeros automáticos siguen siendo un aparato ampliamente utilizado, sobre todo ahora que se acerca el verano y al viajar nos encontramos con más situaciones en la que tan solo admiten efectivo.
Además, un informe del Banco de España de noviembre de 2024 señala que el efectivo continúa siendo el método de pago más extendido en nuestro país. "El efectivo es el medio de pago más utilizado en comercios físicos para el 59% de la población, seguido por la tarjeta (30%, frente al 32% en 2023) y por los dispositivos móviles, que son el medio de pago principal para el 11% de los consumidores" se explica en dicho documento.
Por lo que la labor de los cajeros automáticos sigue siendo muy importante en nuestro país. Y por ello, estos aparatos también se deben de renovar y adecuar a los cambios y las necesidades que existen hoy en día.
En el caso de los cajeros automáticos deberán adaptarse para garantizar la accesibilidad universal, tal y como establece la Ley de accesibilidad aprobada en mayo de 2023, que obliga a que determinados servicios y productos sean accesibles para todas las personas, independientemente de sus capacidades.
¿Qué es lo que va a cambiar?
Será a partir del próximo 28 de junio cuando todos los cajeros tendrán que ofrecer la información en más de un canal sensorial. Esto quiere decir que además de las instrucciones visuales en pantalla, también deberán incluir opciones por voz o táctiles, permitiendo una experiencia inclusiva para personas con discapacidad visual o auditiva.
Dicha normativa también establece que toda la información debe estar redactada en un lenguaje claro, fácil de entender y con un tamaño de letra suficiente para ser legible, por ello se prevé que los cajeros automáticos introduzcan letras más grandes, pantallas de alto contraste, sistemas de voz guiada y teclados con braille, entre otros aspectos.
Todas las entidades financieras tendrán que aplicar estos cambios en todo nuevo cajero que vayan a instalar a partir de la fecha mencionada. Aunque es cierto que los ya existentes tienen más tiempo para adaptarse a las nuevas demandas, por lo que los bancos tendrán que gradualmente introducir los cambios con fecha límite hasta el 29 de junio de 2030 para cumplir con los requisitos exigidos por la normativa. A su vez las máquinas expendedoras de dinero tendrán que hacer los mismos cambios.