Amazon lanzó con éxito sus primeros 27 satélites de la red Kuiper, desplegados a 600 kilómetros de la corteza a bordo de un cohete Atlas V del consorcio United Launch Alliance, conformado por Boeing y Lockheed Martin. El éxito de la operación supone la entrada del gigante tecnológico en el mercado creciente de las constelaciones de satélites de órbita baja y nuevo rival de Starlink, la red de SpaceX que actualmente domina el mercado.
Amazon comenzó con el proyecto Kuiper en 2018 y lanzó los dos primeros prototipos en 2023. El objetivo de la compañía es desplegar una red de satélites de órbita baja (a unos 600 kilómetros en este caso) para dar conectividad de red a áreas despobladas y con baja cobertura, de manera similar al programa de Starlink. Las constelaciones de satélites de órbita baja funcionan de manera coordinada en alturas inferiores a los 2.000 kilómetros.
Posible proveedor europeo
Cuando Italia anunció que estaba en negociaciones con Starlink para proveer de servicios de telecomunicaciones militares al Gobierno de Roma. Frente a las críticas, en un momento en el que Europa quiere desconectarse de Estados Unidos y que Elon Musk no era visto como un socio fiable por sus mensajes contra el Viejo Continente, Italia aseguró que no había opciones alternativas a corto plazo. Las presiones de los socios europeos y el incremento de la desconfianza hacia la Casa Blanca ha suspendido sine die el acuerdo.
El principal proyecto europeo de satélites de telecomunicaciones de órbita baja, el sistema IRIS2, tiene previsto llegar a finales de la década. Amazon puede convertirse en un proveedor alternativo a Starlink en el corto plazo y un competidor para la aeroespacial de Elon Musk. La entrada de Amazon en el mercado de internet satelital es un movimiento estratégico para diversificar su cartera de negocios y aprovechar su infraestructura y servicios en la nube.
Independiente de Blue Origin
El proyecto Kuiper, nombrado en honor al astrónomo neerlandés Gerard Kuiper y al cinturón de asteroides homónimo situado más allá de Neptuno, es una red de satélites conectados que estará compuesta por más de 3.200 unidades. La red o constelación de aparatos proporcionará cobertura de banda ancha segura y mejorará las telecomunicaciones locales.
El proyecto es completamente independiente a Blue Origin, la empresa aeroespacial de Jeff Bezos, fundador de Amazon. La compañía de distribución y tecnología, de hecho, plantea contratar a distintos operadores comerciales de cohetes, entre los que se incluye Arianespace, United Launch Alliance, SpaceX y la propia Blue Origin.
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