Tecnología

Un arma más poderosa que los aranceles: Trump sacrifica el negocio de Nvidia para tensar la guerra comercial contra China

  • Los chips de Nvidia no están sujetos a aranceles, ya que se fabrican fuera de EEUU
  • EEUU hace daño a China (y a Nvidia) vetando las exportaciones de un chip clave
  • La guerra comercial también daña a las empresas americanas
Un procesador de Nvidia. Foto: Bloomberg.

La guerra comercial de Donald Trump se libra con numerosas armas. Los aranceles no son la única medida para hacer daño, ya que las restricciones a las exportaciones pueden ser igual de dolorosas o más que los impuestos comerciales de Estados Unidos. Si no, que se lo digan a Nvidia y a China. La que fue hace no mucho la empresa más valiosa del mundo había sorteado con relativo éxito los aranceles; hasta ahora. Aunque muchos de sus productos ya estaban sujetos a limitaciones que les impedían llegar al país asiático, la última medida del Gobierno republicano amenaza con sacrificar el negocio de la de chips en China, su cuarto mayor mercado.

EEUU lleva años restringiendo las ventas de chips a China y a otros países, algo que han hecho tanto demócratas como republicanos. En el caso concreto de Nvidia, la lista de productos a los que afectan las restricciones de exportación en todo el mundo es larga (el A100, A800, H100, H200, H800, B100, B200, GB200, L4, L40S y RTX 6000 Ada). Hace unas horas, el Gobierno de Trump ha añadido una limitación más y es que requiere una licencia para comercializar el H20 en varios países, lo que incluye a su gran rival asiático. La tecnológica ha detallado, en una notificación enviada al regulador, que esta medida le va a costar 5.500 millones de dólares en el primer trimestre por el inventario del H20 y las reservas de este procesador.

El presidente americano ha dado donde más duele a Nvidia y a China. La tecnológica diseña procesadores y no tiene fábricas propias (modelo fabless versus fabs). De hecho, todos los semiconductores de la marca se producen, ensamblan, prueban y empaquetan fuera de EEUU, algo que hacen terceros, compañías como la taiwanesa TSMC. Esto supone que los aranceles no afectan directamente a la firma de chips, aunque le impacten indirectamente. Por eso, si EEUU quiere hacer daño a China por esta vía, ha de centrarse en las restricciones a las exportaciones, como ha ocurrido. Pero Nvidia también sale damnificada, y mucho.

La firma dirigida por Jensen Huang se está viendo obligada a cambiar su cadena de suministro, sin más remedio que aceptar que está en medio de una guerra comercial. Aunque todos sus chips se fabricaban fuera de EEUU, esto va a cambiar por primera vez. Cinco días después de que el Gobierno impusiera las limitaciones con el H20, la tecnológica ha anunciado que una gran cantidad de chips llevarán la etiqueta 'made in USA'. Junto a algunos de sus socios, como TSMC o Foxconn, van a fundir lo equivalente a medio billón de dólares en procesadores en el país, en los próximos cuatro años. Y a todos estos semiconductores sí les afectarán los aranceles.

EEUU reconoce abiertamente que la medida que acaba de imponer a Nvidia busca evitar el riesgo de que los productos citados se usen en superordenadores en China. La limitación al H20 es especialmente relevante porque la compañía americana diseñó este modelo para sortear el veto que ya existía para vender tecnología al país asiático. Este chip no es tan potente como otros ni tan bueno para entrenar modelos de inteligencia artificial (IA), pero puede procesar tareas de IA y también sirve para una parte específica del funcionamiento de esta tecnología, la inferencia.

El modelo H20 no solo daba un poco de margen a China y le permitía tirar de este chip para IA, sino que paliaba la caída en ventas que Nvidia viene registrando en esa geografía. Pero la restricción es de carácter indefinido, lo que hace dudar de si el resto de mercados pueden absorber todo lo que ahora no se puede colocar allí.

China supone el 13% de los ingresos anuales totales de Nvidia, según el informe anual de la firma de 2024, solo por detrás de EEUU, Singapur y Taiwán. En tasa interanual, las ventas al país se han reducido casi un 23%, lo que refleja la merma de negocio que ya estaba registrando la de chips en ese país. "Los controles a las exportaciones han dañado nuestra posición competitiva. Esta ventaja y nuestros resultados pueden seguir debilitándose en el largo plazo, si hay más cambios en los controles a las exportaciones. Dada la importancia estratégica de la IA y las crecientes tensiones geopolíticas, el Gobierno ha cambiado y puede volver a cambiar las reglas en cualquier momento", avisa el mismo documento.

¿Puerta de entrada vía Singapur?

En todo este conflicto, el papel de Singapur es llamativo. Hace no mucho, este pequeño territorio no era demasiado relevante en las cuentas de Nvidia. Es una isla de tamaño casi idéntico a La Palma, pero las ventas allí han crecido un 246% en solo un año, de 2023 a 2024. Las cuentas de la de chips matizan en una nota a pie de página: "Singapur representa el 18% de los ingresos de 2024 (año fiscal 2025) teniendo en cuenta la localización de facturación del cliente. Los clientes usan Singapur para centralizar la facturación, pero nuestros productos acaban enviándose fuera casi siempre. Los envíos a Singapur fueron menos del 2% del ingreso total del año".

Está claro que países vetados como China y otros utilizan la isla como parada intermedia y para evitar los controles a las exportaciones. Es una de las armas más que se usan en la guerra comercial. Nvidia es la prueba de que el conflicto -vía aranceles, restricciones o cualquier otra medida- también es muy lesivo para las empresas americanas. Además, EEUU ha anunciado que ha empezado a estudiar aranceles al sector de los semiconductores en general, por lo que se pueden esperar más medidas para limitar el comercio.

China se venga

Pero China tampoco se queda atrás en la guerra comercial y busca su manera de hacer daño a su rival. A principios de mes, el país asiático restringió las exportaciones de tierras raras a EEUU. En concreto, vetó siete de los 17 elementos que componen la lista de tierras raras, materias primas estratégicas para el sector tecnológico o de defensa, entre muchos otros. No es la única medida que ha tomado recientemente. También ha pedido a las aerolíneas nacionales que cancelen los pedidos de aviones al fabricante americano Boeing.

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