
Quizás no tengas ni la menor idea, pero muy seguramente el ordenador que utilizas todos los días funciona con Windows 10 y es que el sistema operativo de Microsoft está presente en alrededor del 62% de todos los PC del mundo según los datos de StatCounter.
Esto no es solo sorprendente por el hecho de que más de la mitad de los ordenadores del mundo funcionan con este software, sino que desde 2021 Microsoft ofrece Windows 11, una versión superior y que en principio es más segura y completa que Windows 10. La cosa ha sido que la adopción de este sistema ha sido mínima (solo un 32% de los equipos), pero la culpa no es de los usuarios, sino de la compañía por imponer unas estrictas exigencias de hardware, las cuales han provocado que miles de ordenadores queden desfasados.
El problema es que está previsto que para octubre de este año se de fin al soporte oficial para Windows 10, lo que dejaría miles de ordenadores en riesgo a sufrir ataques cibernéticos y problemas de compatibilidad, una situación que preocupa tanto a usuarios como a expertos en tecnología.
La falta de actualizaciones de sistemas conlleva graves consecuencias en nuestros equipos, por ejemplo, la ausencia de parches de seguridad abre la puerta a malware y ciberataques, aprovechando vulnerabilidades conocidas. También hay que tener en cuenta que los sistemas desactualizados pueden volverse incompatibles con nuevo software y hardware, limitando su funcionalidad y eficiencia.
Tampoco podemos olvidar que las empresas que ignoren las actualizaciones pueden incumplir regulaciones de ciberseguridad y enfrentar multas o sanciones, agravando los desafíos de la transición tecnológica. La compañía está preocupada por esta situación, y recientemente ha enviado un mensaje a los usuarios diciendo que o cambian de ordenador o lo reciclan, pero que tienen que hacer algo antes de octubre.

Aunque es cierto que los usuarios tienen hasta cuatro opciones hasta dicha fecha, siendo la primera y la más costosa la de comprarse un ordenador nuevo que venga con Windows 11 ya instalado. Pero claro, esto es una inversión que quizás no todo el mundo pueda afrontar en los próximos meses, y por ello te vamos a dar otras opciones más económicas.
Las tres opciones para los usuarios de Windows 10
1. Migrar a Windows 11
Posiblemente la más lógica y directa de todas, ya que tan solo tienes que actualizar el equipo. El problema es que como decíamos no todos los ordenadores son compatibles, por lo que cabe la posibilidad de que tengas que cambiar de ordenador y la gracia del Windows 11 te salga más cara.
2. Comprar un soporte extendido
Microsoft entiende que comprarse un ordenador nuevo no entra en el presupuesto de todos, y como opción ofrece la posibilidad de adquirir actualizaciones de seguridad extendidas. En el caso de las empresas podrán adquirir estas por unos 60 euros el primer año, pero en los años siguientes el coste de este soporte se irá incrementando con el paso de lo años, para los usuarios individuales el coste será de 30 euros, aunque solo lo extienden por un año.
3. Usar parches no oficiales
Si bien los expertos en ciberseguridad recomiendan siempre hacer las cosas desde los medios oficiales, existen compañías legítimas que se han comprometido con esta causa, por ejemplo, 0patch ha asegurado que ofrecerá soporte de Windows 10 mediante parches de seguridad hasta el 2030, aunque estos los tendrás que pagar también.