
Tengas mucho dinero o no, si tienes una tarjeta de crédito/débito eres un objetivo potencial para los ciberdelincuentes. Por desgracia, estos tienen una multitud de formas con las que te pueden robar y mientras normalmente sus ataques los realizan a través de la red, también hay casos en los que deciden actuar de manera física, aunque no sea a punta de pistola.
Y una de estas formas es a través de skimmers invisibles, también conocidos como clonadores de tarjetas. Se trata de un tipo de ataque que consiste en infectar o instalar un skimmer a un cajero automático. Esto puede ser tanto un malware que se descarga en el cajero o bien un dispositivo o pieza que se instala (muchas veces de manera que no sea visible) y que es capaz de copiar tu tarjeta para robarte.
Es verdad que los cajeros tienen sistemas de protección, pero como ya sabemos los hackers son muy capaces y pueden eludirlos para poder instalar su skimmer. Cuando se trata de uno físico, el funcionamiento es sencillo, tú pasas la tarjeta y el dispositivo es capaz de copiar tus credenciales para robártela.
Lo más interesante es cuando se trata de un malware skimmer, ya que el ciberdelincuente lo descarga en el cajero, infecta el núcleo informatizado de este y le da el control total al hacker. Para que empiece a funcionar, estos tienen que pasar por el cajero infectado una tarjeta concreta con los registros necesarios para activar el malware.
Una vez activado, el ciberdelincuente puede realizar hasta 21 comandos diferentes en el cajero entre los que destacan sacar dinero (hasta 40 billetes), guardar el archivo que contiene la información de las tarjetas y los códigos en el chip o incluso imprimir los datos de estas.
Qué debes hacer antes
Lo cierto es que al ser invisibles los usuarios no podemos saber con certeza si un cajero está infectado o no, por lo que no hay manera de evitarlo al 100%, pero sí que hay algunos consejos para tratar de evitar que el daño sea lo menor posible. Y lo primero siempre debe ser examinar el cajero en busca de aparatos inusuales en la ranura de la tarjeta, teclado o pantalla, o cualquier elemento que no parezca el original o que ha sido tocado.
A su vez, siempre es recomendable que uses siempre cajeros en sucursales bancarios más que aquellos puestos en la calle sin más, no significa que los segundos tengan que estar infectados, pero es bastante más probable que aquellos pegados a un banco pasen inspecciones periódicamente.
Otras recomendaciones que se aplican a cualquier tipo de ciberataque a tu cuenta bancaria, es comprobar con frecuencia los cargos de la tarjeta y si descubres movimientos no realizados por ti, avisa a tu banco y a las fuerzas de seguridad lo antes posible, mientras más rápido seas más dinero podrás salvar.