La tecnología avanza a pasos agigantados y en principio lo hace siempre para mejorar y cambiar la vida de las personas, ofreciéndolas herramientas para realizar tareas de manera más sencilla, simple y rápida.
Por eso cada vez se consiguen hitos que antes se creían que estaban a años luz, pero el progreso constante hace que poco a poco casi sin darnos cuenta se alcancen estas metas que quizás algunos consideraban que todavía estaban a décadas por llegar.
Pero no es sencillo predecir o saber qué nos depara el futuro tecnológico si no estamos dentro de ese mundillo, sin embargo, Bill Gates, uno de los cofundadores de Microsoft y una de las mentes más destacadas del sector del siglo XXI, sí que está más puesto en estos asuntos ha revelado uno de los pronósticos que de cumplirse cambiará radicalmente nuestras vidas.
Un cambio radical en el transporte
Según Gates, para 2025 podría llegar una de las grandes revoluciones de manera más extendida y de manera más general al público. Y es que aunque ya hemos visto pinceladas de ello, el fundador de Microsoft confía en que este año los coches serán completamente autónomos y podrán conducirse por sí mismos.
Como ya hemos dicho, en los últimos meses ya hemos visto varios ejemplos de ello, pero Gates confía en que en el 2025 la integración de este tipo de vehículos será real, donde empresas de transporte comercial o logística incorporarán esta tecnología a sus servicios.
Los coches autónomos combinan sensores, Inteligencia Artificial, cámaras, radares, algoritmos y demás tecnologías para detectar el entorno, tomar decisiones sobre la ruta a seguir, y ejecutar maniobras de conducción como acelerar, frenar, girar y cambiar de carril, todo sin la necesidad de un conductor humano.
Todo apunta a que esta tecnología se aplicará primero en las grandes empresas y después será cuando llegue a las familias. Según el empresario, estos coches supondrán una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, permitiendo traslados más cómodos y entregando tiempo de calidad al no tener que conducir en ningún momento.
