Fue a principios del pasado mes de diciembre cuando, después de más de dos años, se esclareció (aunque no del todo) quién fue el responsable de dañar y romper una serie de cables submarinos situados en la zona del archipiélago Svalbard (Noruega) dedicados a amplificar las señales de fibra óptica entre la península y el territorio noruego.
O al menos eso se pensaba, aunque lo cierto es que en ese momento todavía quedaban muchas dudas alrededor de este complejo tema. Y es que si bien la red de internet y la fibra óptica es algo intangible, los miles de datos que permiten realizar todas estas acciones, se transportan de un lado a otro en su mayoría a través de cables submarinos.
A pesar de que los cables rotos aparecieron en 2022, como decíamos, hasta el momento no se había logrado esclarecer el asunto. Si bien se han llevado varias investigaciones, y se señaló a un un carguero chino llamado Yi Peng 3, que cruzaba el Mar Báltico cargado de fertilizante ruso como el responsable de este "sabotaje", una investigación más a fondo ha encontrado la verdad.
Tal y como han publicado en exclusiva desde The Washington Post, las recientes rupturas de cables submarinos que han afectado infraestructura crítica de Europa han sido fruto de accidentes causados por la inexperiencia, y no una forma de ataque contra la UE ha determinado una evaluación de inteligencia de Estados Unidos y varios países europeos.
Las investigaciones señalan que los daños fueron causados por embarcaciones comerciales que arrastraron sus anclas de manera no intencionada, ya que no existen pruebas que sugieran un sabotaje intencionado. En concreto se han señalado tres embarcaciones como las culpables, la primera siendo dicho carguero chino, Yi Peng 3, al que se le suma el petrolero Eagle S ruso y el buque Newnew Polar Bear de Hong-Kong.
La investigación sugiere que todo han sido una serie de "accidentes fortuitos" y no un plan de Rusia para debilitar a Europa, no obstante, muchos expertos coinciden que tanta coincidencia en un mismo patrón es raramente casual, sobre todo teniendo en cuenta el historial de misiones secretas y encubiertas del Kremlin no deja del todo tranquilo a la UE.
Por ello, también en el mes de diciembre, la OTAN anunció la llegada de drones acuáticos para proteger y monitorear las 24 horas del día los cables submarinos que nos proporcionan Internet.