Tecnología

Google presenta Willow, el chip que puede traer la computación cuántica al día a día: qué implicaciones tiene

  • La computación cuántica está cada vez más cerca de ser accesible
  • Las aplicaciones de este chip pueden transformar industrias completas al realizar en minutos tareas que a un superordenador le llevarían millones de años

¿Podemos imaginar un mundo donde los problemas matemáticos más complejos se resuelvan en minutos? Google Quantum AI lo ha hecho realidad con Willow, un chip cuántico de 105 cúbits diseñado para cambiar la manera en que entendemos la computación. ¿Qué implicaciones tiene este avance para la tecnología y la sociedad? ¿Estamos ante el inicio de una nueva era?

Hasta ahora la computación cuántica tenía un problema de base: más potencia implicaba también más errores. Google no solo se ha enfrentado al problema de los errores cuánticos, sino que lo ha utilizado como un trampolín para demostrar cómo más cúbits (la unidad básica de información cuántica) pueden significar menos errores. Este logro no es solo un avance técnico, sino un evento histórico que promete aplicaciones revolucionarias.

La mecánica cuántica al servicio del futuro

La computación cuántica, a diferencia de la clásica, utiliza cúbits que pueden representar múltiples estados simultáneamente. Esto le permite realizar cálculos de manera exponencialmente más rápida. Sin embargo, proteger estos cúbits de los errores generados por interacciones externas ha sido el mayor desafío del sector.

Con Willow, Google afirma haber superado este obstáculo. Cada cúbit añadido no solo incrementa la capacidad computacional, sino que también reduce la tasa de error. Esto representa un avance en la búsqueda de ordenadores cuánticos prácticos, capaces de revolucionar industrias como la farmacéutica, el diseño de materiales y la inteligencia artificial.

Operaciones impensables ahora son posibles

Uno de los logros más sorprendentes de Willow es su capacidad de ejecutar tareas en cinco minutos que a los superordenadores más avanzados les llevarían 10 mil trillones de años. Este dato no solo es impresionante, sino que redefine los límites del rendimiento computacional.

Google lo ha comprobado utilizando el Random Circuit Sampling (RCS), una prueba de referencia que ha demostrado que Willow opera en una escala temporal que trasciende incluso la edad del universo. Esto abre un debate fascinante sobre el papel de los universos paralelos en la computación cuántica.

Corrección de errores en tiempo real, el verdadero hito

En 1995 se planteó por primera vez el concepto de "mantenerse por debajo del umbral" de errores en sistemas cuánticos. Hasta ahora, era un desafío insuperable. Google ha logrado demostrar que más cúbits significan menos errores, lo que representa una corrección cuántica en tiempo real, clave para aplicaciones prácticas.

La corrección de errores es esencial para cálculos prolongados y precisos. Google ha destacado que sin esta capacidad, cualquier cálculo cuántico se arruinaría antes de completarse.

Más allá de los superordenadores clásicos

Los avances con Willow dejan claro que los procesadores cuánticos superan cada vez más rápido a los ordenadores clásicos. Google destaca que el ritmo de progreso es exponencial, sugiriendo que los límites tecnológicos actuales serán irrelevantes en pocos años.

Con competidores como Frontier, uno de los superordenadores más potentes del mundo, Google se posiciona como líder en un campo que aún está en sus etapas iniciales, pero que promete cambiar el panorama tecnológico global.

¿Estamos preparados para el impacto de la computación cuántica en nuestra vida diaria? Desde la seguridad de los datos hasta la ética de las aplicaciones cuánticas, el camino por delante plantea tantas preguntas como respuestas. Willow marca un hito, pero también nos invita a reflexionar sobre el futuro de la tecnología y nuestro papel en él.

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