Qué sabemos de Strawberry: La apuesta secreta de OpenAI por una Inteligencia Artificial con razonamiento humano

OpenAI es sin duda la empresa líder en el panorama de la inteligencia artificial. La creadora de ChatGPT parece ir siempre un paso más allá, y su CEO, Sam Altman, ha sido acusado varias veces de apostar más por la innovación que por el control en lo que se refiere al desarrollo de inteligencia artificial. Ahora, parece que han ido un paso más allá.

Al parecer OpenAI estaría trabajando en un proyecto secreto, conocido como Strawberry, con el ambicioso objetivo de dotar a los modelos de IA con capacidades de razonamiento humano. Esta noticia, anunciada por Reuters, se suma a la que conocimos hace unos meses sobre Q*, otro proyecto que, supuestamente, también levantó las cejas de algunos miembros de OpenAI por su extremo desarrollo, citándose como casi cercano al de una Inteligencia Artificial General (AGI)… ¿Qué implica este desarrollo y cómo podría transformar nuestro futuro?

Qué sabemos del proyecto Strawberry de OpenAI

OpenAI siempre ha estado en la vanguardia de la investigación en inteligencia artificial. Desde su creación, la empresa ha buscado desarrollar tecnologías que no solo sean avanzadas, sino que también se alineen con los intereses éticos y sociales. La misión de OpenAI es clara: crear una inteligencia artificial que pueda aprender, adaptarse y resolver problemas de una manera que se asemeje a la mente humana.

El razonamiento es uno de los mayores retos en el campo de la inteligencia artificial. Mientras que los modelos actuales pueden procesar grandes cantidades de datos y ofrecer respuestas precisas, aún carecen de la capacidad de razonar como un ser humano. Esta habilidad es esencial para alcanzar lo que se conoce como inteligencia artificial general (AGI), un estado en el que la IA puede desempeñar cualquier tarea intelectual que un humano pueda hacer.

Según documentos internos filtrados a Reuters, el proyecto Strawberry de OpenAI tiene como objetivo superar las limitaciones actuales de la IA en términos de razonamiento. Este proyecto se centra en desarrollar modelos que no solo generen respuestas, sino que también puedan realizar investigaciones profundas de manera autónoma. Esto significa que la IA podría resolver problemas complejos en matemáticas y ciencias sin la necesidad de indicaciones humanas continuas.

Las demostraciones internas de OpenAI han mostrado modelos capaces de obtener puntuaciones superiores al 90% en conjuntos de datos matemáticos de campeonato. Estas capacidades avanzadas no solo representan un avance significativo en la resolución de problemas científicos, sino que también acercan a OpenAI a su objetivo de crear una IA con razonamiento humano.

El papel de Sam Altman y el Consejo de Ética de la IA

Sam Altman, el CEO de OpenAI, ha sido una figura central en el desarrollo de la inteligencia artificial. En una reciente entrevista, Altman comparó el avance de la IA con los desarrollos de la era industrial, sugiriendo que el impacto de la IA será igualmente transformador.

Además de su trabajo en OpenAI, Altman ha cofundado un nuevo Consejo de Ética de la IA con John Hope Bryant. Este consejo tiene como objetivo establecer un modelo de gobernanza para la IA que asegure la inclusión de comunidades subrepresentadas y evite el uso malicioso de la tecnología. Bryant ha enfatizado la importancia de adelantarse a los "malos actores" que podrían utilizar la IA para fines dañinos.

El desarrollo de capacidades de razonamiento avanzado en la IA podría transformar numerosos campos, desde la investigación científica hasta la toma de decisiones empresariales. Con la capacidad de realizar investigaciones autónomas, los modelos de IA podrían acelerar el progreso en diversas disciplinas, ofreciendo soluciones a problemas complejos de manera más rápida y eficiente.

Sin embargo, estos avances también plantean importantes desafíos éticos. La posibilidad de que la IA alcance un nivel de razonamiento similar al humano suscita preocupaciones sobre la dependencia tecnológica y el control de estas poderosas herramientas. El Consejo de Ética de la IA de Altman y Bryant será crucial para abordar estas cuestiones y asegurar que el desarrollo de la IA se realice de manera responsable.

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