
La incertidumbre forma parte de la normalidad en los pagos transfronterizos, según se desprende de un estudio realizado por Minsait, filial tecnológica de Indra, informe donde se apunta que dos de cada tres usuarios españoles afirman haber tenido problemas al enviar o recibir pagos internacionales. De acuerdo con el trabajo 'Pagos Transfronterizos y Remesas de Minsait Payments', los principales quebraderos de cabeza tienen que ver con la alta dependencia de entidades intermediarias que participan en la cadena de valor (45%), los elevados costes (43%), la lentitud (36%) o la trazabilidad de operaciones y dinero (26%). Por todo lo anterior, más que la rapidez o las tarifas -que también-, la seguridad es la principal motivación para elegir un método para enviar o recibir dinero.
Al contrario de lo que sucede con los pagos domésticos, en los que existe una consolidada confianza en la operativa y sus resultados, las transacciones transfronterizas generan temores entre los usuarios. El estudio de Minsait Payments alerta de que dos tercios de los usuarios de este servicio, especialmente los jóvenes, "afirman haber tenido algún tipo de problema a la hora de realizar este tipo de operaciones". Las mismas fuentes desvelan que los pagos entre particulares (P2P) y entre particulares y negocios o viceversa (P2B/B2P) representan un 3,5% del valor total de pagos entre distintas jurisdicciones, su papel en la vida cotidiana de muchas personas es fundamental, como ocurre con muchos países de Latinoamérica.
Frente a este foco de incertidumbre social y económica, los expertos que han participado en el Informe de Minsait Payments señalan que "la situación geopolítica está favoreciendo la creación de ecosistemas más armonizados, tanto a nivel global como regional".
En la misma dirección trabajan organizaciones como el G-20, el Banco de Pagos Internacionales o el Consejo de Estabilidad Financiera, con sus particulares recetas para "mejorar estos servicios en términos de coste, rapidez, acceso y transparencia". Precisamente este último valor adquiere especial relevancia en "un mundo cada vez más globalizado, donde los pagos transfronterizos son fundamentales para sustentar el comercio internacional, las cadenas de suministro globales y las transacciones entre particulares", añaden desde Minsait. Por lo tanto, la necesidad de crear soluciones más eficientes y seguras es imperante una vez que las transacciones internacionales movieron el año pasado 190 billones de dólares, con la previsión de que ronden 250 billones en 2027.
Respecto a las posibles solución "ganadoras" en el próximo decenio, un 35% de los expertos apuestan "por un sistema de pagos transfronterizos que combine las soluciones actuales y un 17% visualiza que, en los próximos años, los sistemas nacionales estarán interconectados, lo que también facilitará la realización de este tipo de operaciones entre países".