Barcelona
Rever se transforma en una fábrica de soluciones al servicio del comercio electrónico. La startup con sede en Barcelona se ha centrado hasta ahora en la devolución y reembolso de artículos comprados en tiendas online.
"Nuestra visión ahora consiste en construir la infraestructura de cualquier e-commerce teniendo en cuenta las diferentes partes de la cadena de valor", resume Oriol Hernández, consejero delegado de la empresa y cofundador junto a Màrius Montmany.
La compañía ha iniciado este giro estratégico con el lanzamiento de Tracking Interface, un sistema de seguimiento ultra-preciso en tiempo real. Como detalla Hernández, el control post-venta supone más del 75% de las incidencias de los negocios digitales. Por tanto, representa un importante coste operacional para estas empresas.
La nueva solución de Rever brinda al cliente control sobre sus compras y devoluciones sin abandonar la plataforma del e-commerce. "Cuando compras en la tienda ves allí las actualizaciones de tu pedido, no te hace falta ir hasta la web del courier", ejemplifica el emprendedor.
La startup asegura que la herramienta permite a las marcas focalizarse en su crecimiento, reduciendo las incidencias durante las devoluciones en más del 50%. Ahora mismo, la empresa trabaja en una funcionalidad pensada para proteger los envíos de posibles pérdidas o daños.
Invertida por Oscar Pierre
La firma espera incrementar su número de clientes y su facturación hasta un 35% gracias a este movimiento estratégico. También planea seguir adelante con su internacionalización. En 2023, la compañía entró en Francia e Italia y, a lo largo de este año, tienen en la hoja de ruta países como Portugal y Alemania.
Los principales inversores de Rever son el fondo alemán Global Founders Capital (GFC) --socio también de Facebook, Revolut y Zalando--, el fondo de Silicon Valley YCombinator, el fondo de scouting de Sequoia y Mundi Ventures y el cofundador de Glovo, Oscar Pierre. En su última ronda, la privada levantó 7,5 millones de euros.
La startup nacida en 2022 cuenta hoy en día con un equipo de 30 personas y una cartera de más de 250 clientes entre los que se encuentran marcas del sector de la moda, deportes, muebles y electrónica. "Tenemos clientes de todos los verticales y de todos los tamaños. Empezamos con marcas pequeñas, pero ahora también tenemos medianas y hasta grandes que facturan más de 100 millones de euros al año", explica Hernández.