
Dependiendo de quién nos llame, nuestra contestación puede variar, ya que si es nuestra pareja, un amigo o un familiar podemos tener una forma concreta de hacerlo, pero cuando se trata de una llamada desconocida normalmente optamos por "Hola", "¿Diga?" o un "¿Sí?". Si eres de los que suele usar la última de estas opciones te informamos de que tienes que dejar de hacerlo, ya que está simple palabra le está facilitando mucho a los ciberdelincuentes el proceso para cometer fraudes en tu nombre.
La ciberdelincuencia está en auge, y uno de los motivos de ello es que los cibercriminales cada vez son más ingeniosos para llevar a cabo sus estafas y artimañas con las que tratan de robar y hacerse con información personal y bancaria de sus víctimas.
Como hemos mencionado en numerosas ocasiones, cada día aparece un nuevo tipo de ciberataque que combina distintos fraudes y técnicas para tratar de evitar los controles y las protecciones que cada vez más usuarios adoptan.
El peligro detrás de contestar "Sí" a las llamadas de desconocidos
Si bien las llamadas telefónicas han perdido algo de fuerza, siguen siendo una de las formas de comunicación preferidas entre los usuarios, y mientras hay miles de formas de contestar, una de las más comunes es la de usar un simple 'sí'.
Sin embargo, tal y como alerta desde INCIBE, este simple acto podría ser la llave de entrada para que un ciberdelincuente comience a llevar a cabo fraudes bajo nuestro nombre. Para ello, los ciberdelincuentes graban las llamadas y tratan de que por una manera u otra digamos "sí" ya sea al contestar o durante la conversación.
Por eso, si en primero instancia no contestas como ellos quieren puede darse de que se mantengan en silencio hasta que digas el ansiado sí. Aunque en otras ocasiones optan por hacerse pasar por una compañía legítima y nos hacen preguntas hasta que finalmente consiguen la respuesta que buscan.
Una vez hayan grabado nuestra voz diciéndolo la utilizan para para autorizar transacciones financieras, contratos o incluso falsificar nuestra identidad. Esto es posible porque por desgracia los ciberdelincuentes tienen muchísima información personal nuestra, que han podido conseguir a través de bases de datos robadas a webs donde estamos registrados o porque nos han engañado en otra ocasión y les hemos entregado estos datos.
Por ejemplo, con el hackeo a la DGT, se logró realizar una base de 40 millones de datos con nombres, apellidos, direcciones, números de teléfono y demás información. A partir de esta información, los ciberdelincuentes son capaces de crear un perfil de su víctima desde el cual intentarán suplantar su identidad para darse de alta en algún servicio bancario en nombre de la víctima hasta realizar una encuesta en su nombre, entre otras muchas otras estafas.
Lo cierto es que tampoco hay mucho que hacer frente a estas estafas en lo que se refiere a evitarlas. Lo más efectivo es la prevención, es decir, ser cauteloso con las llamadas de desconocidos y nunca contestar con un 'sí', en el caso de que sospeches de la llamada lo mejor será colgar lo antes posible y bloquear el número.