
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha informado de la apertura de un expediente sancionador contra la compañía Rheinmetall, especializada en armamento militar, por una posible obstrucción a la labor del supervisor de los mercados. Entre otras sospechas, el grupo germano podría haber incumplido sus obligaciones de información a la CNMC relacionada con la compra de la española Expal Systems, por 1.200 millones de euros, aunque con datos proporcionados al regulador presuntamente incompletos y engañosos. Por ese motivo, el organismo que preside Cani Fernández inició el pasado 30 de enero las correspondientes pesquisas para velar por el juego limpio en el mercado.
La CNMC autorizó hace justo un año la referida transacción, aunque el proceso quedó en suspenso ante la denuncia de un cliente de la compañía, que recurrió dicho visto bueno ante Audiencia Nacional. Según informa la CNMC, la entidad pública "abrió una información reservada para comprobar si la operación afectaba a una serie de mercados (fabricación y comercialización de nitrocelulosa, nitroglicerina y pasta húmeda), que Rheinmetall habría omitido durante la notificación". Junto a lo anterior, la información aportada por la empresa podría haber faltado a la verdad.
En el caso de que se comprueben esos términos, las prácticas supondrían una infracción grave de la normativa de competencia y podrían implicar una sanción de hasta el 5% del volumen de negocios total de la empresa infractora en el ejercicio anterior al de la imposición de la multa. El gigante alemán, también fabricante de coches, facturó en 2022 más de 6.410 millones de euros, por lo que el referido 5% superaría los 320 millones de euros.
Como es preceptivo, la incoación de este expediente contra una de las empresas del Top Ten mundial del negocio de las armas, no prejuzga el resultado final de la investigación. Se abre ahora un período máximo de tres meses para la instrucción del expediente y su resolución por la CNMC, por lo que la fecha tope será el próximo 30 abril.
Según datos del sector, Expal Systems, que cuenta con una plantilla de más de un millar de trabajadores en sus plantas de España y Estados Unidos (Madrid, Trubia, Burgos, Navalmoral, El Gordo, Albacete y Murcia en España y su localización estadounidense de Texarkana), y exporta más del 80% de su producción. La antigua filial de Maxam facturó en 2021 alrededor de 350 millones de euros. Con la compra de Expal, la compañía con sede en Düsseldorf reconoció el año pasado que "refuerza su posición como uno de los principales proveedores de las fuerzas de la OTAN, además de aumentar sus propias capacidades de producción, en particular, en las áreas de la munición de artillería, de morteros y de calibre medio".