Tecnología

Así funciona la estafa de "wash wash" o billetes tintados de la que está alertando la Policia

  • La llegada de internet ha supuesto la caída en gran parte de la piratería, pero el auge de las falsificaciones
  • Convencían a los compradores de que esta técnica era efectiva y luego desaparecían
Alamy

Puede que pasen desapercibidas en la mayoría de casos, pero las falsificaciones se han convertido en un negocio que abarca todo tipo de productos y que no deja de crecer. Desde zapatillas, ropa, dispositivos electrónicos hasta dinero, hay un sector de la delincuencia que está en auge, y gracias a Internet está siendo más prolífico que nunca.

Si bien la piratería y las falsificaciones son primas hermanas, llama la atención como la llegada de internet ha supuesto la caída en gran parte de la primera, pero el auge de la segunda. Ahora con las redes sociales o plataformas de eccomerce, los usuarios pueden encontrar todo tipo de productos falsificados por un precio más bajo del original, y si tienen suerte con una calidad bastante considerable.

Pero esta práctica es ilegal, y esto se aplica a cualquier tipo de producto falsificado. Y mientras que este negocio es muy prolífico, la Policía Nacional ha anunciado la detención de hasta cinco personas en Madrid y Barcelona, y les acusa de ser falsificadores de billetes que estafan a otras personas que tratan de hacerse con billetes falsos para ponerlos en circulación.

En otras palabras, unos delincuentes están estafando a otros delincuentes y la policía está alertando de ello, algo que quizás no esperaríamos ver, pero que ha ocurrido.

Cómo funciona la estafa de "wash wash" o los billetes tintados

Según cuentan desde la Policía, los estafadores usaban una plataforma desde donde vendían dinero falso. Obviamente el negocio aquí reside en vender, por ejemplo, una falsificación de un billete de 50 euros por menos de su valor, pero lo cierto es que la creacion de estos billetes es complicada y requiere de esfuerzo y maña.

Por esa razón las personas detenidas, decidieron estafar a aquellos que posteriormente pretendían estafar a negocios legítimos, pero no por buena voluntad, sino para sacar más tajada de estos billetes falsificados.

Para ello, vendían unas cartulinas blancas del tamaño de los billetes, con las que convencían a sus víctimas que mediante un lavado y el uso de unas determinadas sustancia químicas (además de otros procesos) podían obtener billetes legítimos o falsos de excelente calidad.

Pero esto era mentira, y los billetes acaban quedando como el que aparece en la imagen, es decir que no engañan a nadie, siendo el estafador el estafado.

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