
Ha costado, pero por fin después de varios meses en comparación con el resto del mundo, los usuarios españoles y del resto de la Unión Europea ya pueden probar de primera mano la Inteligencia Artificial (IA) de Google llamada Bard.
Hasta ahora, la tecnología IA ha estado asociada a ChatGPT, y con razón, fue una de las primeras en estar accesible de manera gratuita para el público general y ofrecer una herramienta capaz de realizar muchísimas tareas.
Y al igual, que hasta la llegada de Threads de Meta fue la única que ha puesto contra las cuerdas el dominio de Twitter, en el mundo de la IA, la llegada de la plataforma de Google podría suponer un cambio de paradigma para ChatGPT.
Es cierto que Bard lleva varios meses activos, pero su habilitación para operar en España y el resto de la UE, puede suponer un despegue importante, pero para ello primero tendremos que saber qué nos ofrece Bard.
Para qué sirve Bard
Esta IA de Google es un modelo de lenguaje que funciona como un chatbot. A parte de estar conectado directamente con herramientas de la propia compañía, tipo Docs o Lens, puede explicar y describir usando texto, voz o incluso imágenes, algo muy destacable porque incrementa notablemente las capacidades de explicación.
En otras palabras, lo podemos utilizar y aprovechar para cualquier tarea relacionada con el lenguaje al igual que hacemos con ChatGPT, con el añadido de que Bard está conectado al buscador de la compañía y por lo tanto la información que ofrece en sus respuestas está totalmente actualizada, mientras que la de la IA de OpenAI en su versión gratuita no lo está.
A su vez, la compañía ha señalado sus esfuerzos por hacer Bard lo más accesible posible sin importar limitaciones físicas, por lo que han desarrollado las opciones de voz con descripciones detalladas y personalizadas. Además, según Google, pronto Bard también estará disponible en catalán, euskera y gallego.
Ahora queda por ver si la llegada de esta nueva IA pone en entredicho el dominio de ChatGPT, quien como hemos podido saber recientemente, está siendo investigada en EEUU por infringir el tratamiento de datos de los consumidores.