
Daniel Santomé, más conocido como Dalas Review, es un popular youtuber español quien en los últimos años ha sido más conocido por sus líos, enfrentamientos y polémicas que por subir contenido de calidad acaba de ser condenado por vulnerar la imagen y el honor de su exsuegro después de subir múltiples vídeos insultándole tanto a este como a su expareja, la también youtuber Miare's Project.
El juzgado de instrucción número cinco de Barcelona ha decidido declarar al youtuber como culpable de delitos de vulneración de la imagen y honor por una serie de vídeos que subió durante la disputa con su actual expareja sobre la custodia del perro que tenían en común antes de separarse, según señalan desde elDiario.es.
Al parecer son hasta nueve vídeos en los que Dalas delante de sus más de 10 millones de seguidores que tiene en su canal de YouTube, insultó al padre de su expareja con insultos como "maltratador", "enfermo mental", "agresor de mierda" o "cobarde enfermo que está mal de la cabeza" entre otros.
El delito por vulneración de la imagen viene también porque el youtuber subió en uno de sus vídeos una foto del rostro del padre de su expareja para sus videos difamatorios. Fue el padre de su expareja quien denunció los hechos y ahora Dalas Review ha recibido su primera condena por su actividad en internet.
Y es que no es la primera vez que este youtuber tiene problemas con la ley, en 2018 le acusaron de abusos sexuales a una seguidora menor de edad, aunque al final acabó absuelto. Pero esta vez no ha podido esquivar las consecuencias legales de sus actos, que ahora le cuestan 12.000 euros de indemnización al padre y la eliminación de hasta 11 vídeos de su canal en los que profiere los insultos al padre de Miare.
Además del añadido de que tendrá que subir durante un mes un vídeo por semana en el que lee su sentencia completa a la misma velocidad y tono que utilizó para los vídeos difamatorios, los cuales tendrá que mantenerlos en su canal por lo menos seis meses.
"Es difícilmente comprensible que nadie con una inteligencia media pueda pensar que con la excusa de la libertad de expresión, se pueda manifestar toda esta serie de improperios sin que el receptor no se sienta agredido y que el sistema no reaccione" ha señalado el juez, para después añadir "No podemos decir en este caso que se trate de una mera subida de tono... no se trata de un vídeo, sino de nueve, subidos a redes a lo largo del tiempo".