Cuentan en los corrillos empresariales que, antiguamente, la primera gran decisión del día de muchos de los ejecutivos españoles consistía en elegir la bebida o el sabor del zumo de frutas que entonces repartía Iberia en el puente aéreo Madrid-Barcelona a primera hora de la mañana. Esa deferencia de la aerolínea ya desapareció -al menos en la clase turista- y, por lo tanto, desde entonces existe un asunto menos a decidir para muchas personas.
Es conocido que los mandos altos e intermedios suelen estar acostumbrados a ordenar y disponer cada vez que pronuncian una palabra, pero esa responsabilidad ahora se ha extendido en todos los escalones laborales. De hecho, según se desprende de un estudio que ayer difundió Oracle, el 73% de los españoles señala que el número de decisiones que toman cada día se ha multiplicado por diez en los últimos tres años, desde el inicio de la pandemia. Además, en el mismo plazo, el 94% de los encuestados ha cambiado su forma de tomar decisiones, donde el 39% ahora sólo consulta fuentes que juzga fiables mientras que uno de cada cuatro se guía únicamente por su intuición.
El asunto es delicado ya que las personas encuentran crecientes dificultades para tomar decisiones, en un momento en el que se ven obligados a decidir a todas horas. Además, cuando los encuestados tratan de tomar partido por algo, el 85% de ellos se ve bombardeado por más datos de fuentes más distintas que nunca. El informe advierte que tanta información pretende ayudar en las resoluciones, aunque muchas veces resulta un incordio para aquellos gestores que prefieren guiarse por su olfato. Por unas cosas y por otras, "el 82% de los españoles afirma que el volumen de datos está dificultando mucho la toma de decisiones en su vida personal y profesional, y el 59% admite que, ante tan singular encrucijada, más de una vez al día no saben qué decir", así lo apunta el referido informe The Decision Dilemma (El dilema de la decisión), elaborado por Oracle y Seth Stephens-Davidowitz, colaborador del periódico New York Times. En el mismo trabajo participaron más de 14.000 empleados y líderes empresariales de 17 países, entre ellos España.
Abrumados por la información
La toma de decisiones se complica cuando cuatro de cada diez españoles sospecha sobre la fiabilidad de los datos o fuentes sobre los que sustentan sus actuaciones. Eso induce al 65% de los directivos a ponerse de perfil y renunciar a tomar alguna decisión debido a la abrumadora cantidad de datos. "El 81% de los españoles indica que esta incapacidad para tomar decisiones tiene un impacto negativo en su calidad de vida: causa picos de ansiedad (43%), pérdida de oportunidades (25%) y gastos innecesarios (19%)". Con vistas al futuro, al 99% de los directivos españoles consultados les gustaría que los datos les ayudarán a tomar mejores decisiones (52%), reducir los riesgos (40%), decidir más rápido (36%), ganar más dinero (34%) y planificar lo inesperado (23%). El problema de todo lo anterior reside en que no todos los gestores y directivos disponen de herramientas para la toma de decisiones, lo que poco a poco erosiona su confianza y su capacidad de liderazgo. Esa situación provoca estrés al 84% de los ejecutivos españoles y se han sentido cuestionados en alguna gran decisión tomada en el último año.
El mismo informe precisa que siete de cada diez jefes en España "reconoce que el ingente volumen de datos y su falta de confianza en éstos les han impedido tomar decisiones", mientras el 88% opina que el gran número de fuentes de datos obstaculiza más que ayuda.
El poder relativo de los datos
Por otra parte, el 81% de los líderes empresariales en España afirma que las personas a menudo toman primero una decisión y sólo buscan los datos para justificarla a continuación. Según el 71% de los empleados, las organizaciones con frecuencia dan prioridad a la opinión de la persona de más alta remuneración por encima de los datos, y el 24% siente que la mayoría de las decisiones tomadas en su empresa son irracionales.
Albert Triola, director general de Oracle España, explica sobre el estudio de su compañía que "a medida que las empresas se expanden para atender a nuevos clientes y dar respuesta a nuevas demandas, la cantidad de datos que necesitan para lograr una visión completa y tomar la mejor decisión también aumenta". En su opinión, "los líderes empresariales que toman decisiones críticas sobre la gestión de sus empresas y no tienen en cuenta esos datos, están corriendo un gran riesgo. De hecho, "la indecisión, desconfianza y falta de comprensión de los datos que revela este estudio indican que muchas personas deben replantearse su enfoque en cuanto a los datos y a la toma de decisiones. Lo que la gente necesita realmente es poder vincular los datos a la información y a la toma de decisiones".
Seth Stephens-Davidowitz, científico de datos y autor de 'Todo el mundo miente' y 'No confíes en tu intuición', considera que "las personas se están ahogando en un mar de datos". Al mismo tiempo, explica que el estudio de Oracle destaca cómo la abrumadora información que recibe una persona en un día normal (búsquedas online, alertas de noticias, comentarios de amigos) excede a la que el cerebro está preparado para gestionar. La gente siente la tentación de ignorar unos datos confusos y a veces discrepantes para simplemente hacer lo que le parezca correcto. Pero ese puede ser un gran error. Se ha demostrado una y otra vez que nuestro instinto nos puede llevar por el camino equivocado y la mejor toma de decisiones implica una comprensión adecuada de los datos relevantes. Encontrar una forma de controlar los datos y distinguir lo importante de lo superfluo es el primer paso para las empresas"·, concluye el experto.