Desde la llegada de Elon Musk a Twitter, el magante ha mantenido una idea entre ceja y ceja: generar más ingresos. Por el momento el proyecto no está yendo como se esperaba, ya que está más cerca de la bancarrota que de conseguirlo, pero aun así Musk confía y ya tiene un plan para ello, basado en la introducción de sistemas de pago, tarjetas de crédito e incluso cuentas de ahorro en la red social.
Después de pagar 44.000 millones de dólares por Twitter, su nuevo CEO y dueño está buscando recuperar dicha inversión. Los despidos masivos o la versión de Twitter Premium son algunos de los intentos de la compañía para mantenerse a flote, pero todavía necesitan más y por ello Musk quiere convertir a Twitter en un fintech (tecnología financiera).
Esto es lo que ha descubierto The Financial Times, quien afirma que la directora de Producto de la red social, Esther Crawford, está trabajando conjuntamente con un grupo de desarrolladores para diseñar un sistema que funcione como una bóveda de almacenamiento que proteja la información de los usuarios.
Y es que aparte de hacer de Twitter una empresa rentable, Musk está obsesionado con crear la "super app", una red social que abastezca todas las necesidades de los usuarios. De esta idea nace el proyecto en el que se acaba de embarcar Twitter, que pretende combinar un comercio online y una app de mensajería.
Para ello Twitter quiere introducir en la plataforma funciones y herramientas como tarjetas de crédito o cuentas de ahorro, además de otras funcionalidades que permitan recompensar de manera directa a los creadores de contenido, enviarse dinero entre usuarios o comprar productos directamente en Twitter.
Ya en noviembre de 2022 la compañía se registró en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como procesador de pagos y también ha solicitado varias de las licencias que se necesitan para añadir estas características de pago en una red social.
Sin embargo, este proceso es bastante complicado, primero porque Twitter necesita obtener el permiso no solo de los estados de EEUU, sino los de todos los países en los que opera, para convertirse en un procesador de pagos.
Esto ya de por sí es complicado, pero es que se le suma que realmente no te tienes que identificar para crearte un perfil en Twitter, por lo que todo este proceso tendría que cambiar para que un usuario de la red social se pueda abrir una cuenta de ahorro.
Además, todo el proceso relacionado con el dinero puede llevar a prácticas ilegales como el lavado de efectivo y otros tipos de fraude, por lo que las autoridades ponen muchas pegas y aros por los que hay que pasar para conseguirlo.
Como señala la experta Lisa Ellis "Estas normativas hacen que muchas (empresas tecnológicas) experimenten y luego abandonen", afirmó. "Les parece una carga tener que soportar en última instancia la inversión y el riesgo a largo plazo, donde te pueden multar si hay un problema y tienes que tener toda una infraestructura de cumplimiento que tiene que estar constantemente autorizada".
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