Fue en abril de este año cuando Elon Musk acordó la compra de Twitter por 44.000 millones de dólares, y desde entonces el patrimonio de tanto el magnate como de la compañía no ha dejado de caer. Es por ello por lo que Twitter se está apretando el cinturón y están buscando recortar gastos de todas las maneras posibles, ya que ahora mismo la mayor amenaza de la plataforma son sus deudas.
Desde el primer día que Musk entró en la sede de Twitter como su dueño y CEO temporal fue claro con los trabajadores, la situación de la compañía es bastante crítica y "no se descarta la bancarrota" fueron de sus primeras palabras.
Esto ocurrió a finales de octubre, y el resultado lo hemos podido ver en estos últimos meses con los despidos masivos de empleados de la compañía por todo el mundo. La masacre de puestos de trabajos fue la cabeza de turco, pero ni mucho menos ha sido la única estrategia para recortar gastos.
Según ha podido saber The New York Times, Twitter lleva varios meses sin pagar el alquiler de las oficinas de su sede en San Francisco (EEUU) al igual que las otras oficinas que tienen distribuidas por el mundo. También hemos podido saber que no han pagado los casi 200.000 dólares que corresponden a los vuelos especiales que tomó Musk durante las primeras semanas de la adquisición de la plataforma.
Pero esto no es lo único, ya que otros archivos a los que ha accedido el medio, señalan que a pesar de que Musk aseguró a los empleados que quedaban que se habían acabado los despidos, los ceses han continuado. Esta semana hemos podido saber que Twitter ha cesado a todo el Consejo de Confianza y Seguridad formado por asesores externos, al igual que han hecho con parte del equipo legal destacando la destitución de Alex Spiro, abogado personal y de confianza de Musk, pero que en las últimas semanas se distanciaron por discrepancias en la toma de decisiones.
Los despidos no acaban aquí, y según reportan, Twitter ha echado a todo el personal de cocina y ha comenzado a subastar todo el menaje y aparatos que había. Pero el "modo ahorro" va mucho más allá y al parecer Musk y su equipo directivo están considerando no pagar los finiquitos e indemnizaciones a los trabajadores despedidos.
En EEUU se estableció que les pagarían dos meses y uno extra como finiquito, cumpliendo así con la normativa del país, pero la situación en otros países es diferente (como en España), por lo que estaría considerando no pagar e ir a juicio con los trabajadores que quieran enfrentarse a él.
Todos estos recortes y negativas para evitar pagar las deudas forman parte de los esfuerzos de mantener Twitter viable, veremos si esta estrategia le sale bien a Musk y consigue hacer despegar su nuevo proyecto, sino quién sabe qué le depara el futuro a esta plataforma.
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