
El nuevo dispositivo de Asus es una tablet con Windows 11 que se convierte en un ordenador portátil con una funda; un concepto muy familiar pero que ha sido adaptado para una gama más baja.
Las Surface de Microsoft han tenido pocos competidores, porque pocos fabricantes han podido ejecutar tan bien el concepto de tablet que se transforma en portátil; y con la recientemente lanzada Surface Pro 8, parecía que esa iba a ser la única referencia del sector.
Asus llega al rescate, con la Vivobook 13 Slate OLED, un dispositivo que adapta el mismo concepto, pero lo consigue con un coste muy inferior, con un precio de partida de 649 euros; y para más inri, la versión básica viene con la funda, el teclado, y hasta un lápiz táctil, cosas que tenemos que comprar por separado con la Surface.
De tablet a portatil
Asus ha echado el resto con el lanzamiento de este dispositivo, empezando por el empaquetado. Lejos de llegar en una simple caja de cartón, el Vivobook 13 Slate OLED viene en una espectacular caja de metacrilato de colores, que incluye una variedad de sobres, cajas y recovecos en su interior. De hecho, el 'unboxing' de este producto es uno de los más largos que he visto en mucho tiempo.
Una vez que lo has sacado todo, tendrás varios objetos a la vista. Para empezar, la propia tablet, que es más pesada de lo que su tamaño podría dar a indicar. El diseño es atractivo, con toques modernos y serigrafías curiosas que se alejan mucho del estilo serio al que estamos acostumbrados.

Lo mismo puedo decir de los accesorios incluidos. Para empezar, una funda que cubre la parte trasera del dispositivo y se une de manera magnética; no sólo lo protege, sino que añade un elemento fundamental, un pie para mantener la tablet de pie y poder usarla como portátil. Me hubiera gustado que el pie estuviese integrado en la propia tablet, como ocurre con la Surface, ya que le hubiera añadido más estabilidad; tal y como está, si haces movimientos bruscos es posible que separes la conexión magnética y tengas que arreglarlo todo otra vez.
La segunda pieza del puzle es la funda con teclado, que se conecta por unos pines en la parte inferior. El teclado ofrece buenas sensaciones, si bien tendrás que acostumbrarte a algunos aspectos como la textura de las teclas, o el hecho de que no podamos ponerlo en un ángulo; siempre se quedará en horizontal, lo que puede ser bueno o malo ergonómicamente dependiendo de ti.

Por último, el Asus Pen 2.0 es un añadido curioso que se agradece, especialmente para tomar notas o realizar bocetos, aunque su sensibilidad, peso y ergonomía no sean las ideales para tirarnos horas con ilustraciones. Además, se recarga por un cable USB-C y no de manera magnética. Con todo, no le haría ascos y puede ser un accesorio muy útil.
Con todos estos accesorios, la Asus Vivobook 13 Slate OLED se convierte en un ordenador portátil de 13 pulgadas como cualquier otro; aunque tal vez algo más pesado y grueso, teniendo en cuenta que la tablet ya no era ligera para empezar.
Una pantalla OLED excepcional
Ojo, que no he terminado. Como su nombre indica, la Vivobook 13 Slate OLED destaca por su pantalla OLED, una tecnología que sigue siendo muy rara en el sector pero que trae importantes ventajas respecto a los paneles LCD convencionales que usa la mayoría, especialmente en este rango de precios.
Este dispositivo forma parte de la apuesta de Asus por las OLED, desde los portátiles Zenbook a los equipos para profesionales ProArt Studiobook, y es uno de los grandes motivos por los que escoger esta marca para nuestro nuevo equipo. No esconderé que soy un gran 'fan' de esta apuesta por las OLED, por las indiscutibles ventajas que traen: un contraste perfecto, negros absolutos, y una calidad de imagen que suele ser vibrante.

El panel de la Vivobook 13 Slate OLED también recibe todos esos elogios de mi parte. El mero hecho de usar Windows 11 con el modo oscuro es una delicia, pero también ofrece una gran experiencia en la reproducción de contenido multimedia, con un buen brillo (aunque no tan sorprendente como en otros modelos) y un gran tratamiento de los colores que garantiza que se mostrarán de manera fiel.
El único aspecto negativo de la pantalla es la resolución, que se queda en 1080p, pero en un tamaño de 13 pulgadas ese tampoco es un gran problema, y no he tenido problemas de nitidez a la hora de trabajar con documentos. En definitiva, esta es probablemente la mejor pantalla que puedes comprar por 650 euros.
¿Demasiado bonito para ser cierto?
Seguro que te estás preguntando dónde está la trampa, y con razón. Hasta ahora, he descrito una tablet que se convierte en portátil, con una pantalla genial y un precio de sólo 649 euros. Es demasiado bueno.
Hay 'trampa', aunque no me gusta llamarlo de esa manera porque Asus es muy honesta en el principal punto débil de este dispositivo: el hardware. Es evidente que, para alcanzar ese precio, se han tenido que tomar decisiones que no esperaríamos en un dispositivo con un diseño puntero y una pantalla como esta.
Empezando por el procesador, estamos ante un Intel Pentium Silver N6000; aunque tiene cuatro núcleos, van a 1,1 GHz por defecto y alcanzan 3,3 GHz. En efecto, es un Pentium, se siguen fabricando, normalmente para portátiles de gama muy baja que sólo requieren lo mínimo, y es el 'cerebro' de este dispositivo, acompañado de sólo 4 GB de memoria RAM que no se pueden ampliar. Sin embargo, Asus promete que en el tercer trimestre del año lanzará una nueva versión, con 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento interno.

No debería sorprender a nadie que el rendimiento deja mucho que desear. Cuando he pedido lo máximo posible a este dispositivo, con pruebas de benchmarks, se ha quedado 'sin aire' y las puntuaciones son horrorosas comparadas con las de un portátil con un Intel Core.
Esta falta de potencia nos limita mucho, pero todo depende de lo que queramos hacer; no ha tenido problemas a la hora de navegar por Internet, ver películas con sus cuatro altavoces, o hacer videollamadas con su webcam de 5 MP, así que, en ese sentido, puede que cumpla con nuestras exigencias. Pero no le pidas más.
Menos comprensible es el limitado almacenamiento, de 128 GB integrados (a la espera de la versión de 256 GB); al menos tenemos una ranura para tarjetas microSD para ampliarlo. Hablando de conexiones, no tenemos mucha variedad, sólo dos puertos USB-C 3.2 que también sirven para recargar el dispositivo, además de un jack de audio de 3,5 mm. Teniendo en cuenta el grosor del dispositivo, y los usuarios a los que va dirigido, un USB-A se hubiera agradecido.
La última limitación que deberías tener en cuenta es que la instalación de Windows 11 se hace con el "modo S" por defecto, que nos impide instalar apps que no sean de la Microsoft Store; eso añade más seguridad, pero te molestará si quieres aprovechar la tablet al máximo. Afortunadamente, he podido cambiar al modo convencional de manera gratuita y sin problemas.
Aquí está la "Surface barata"
Llevamos mucho tiempo esperando una alternativa más barata a las Surface, y aquí la tenemos. La pregunta es si realmente es lo que queríamos. La Asus Vivobook 13 Slate OLED ofrece mucho en algunos aspectos, y demasiado poco en otros.
Por una parte, tiene la mejor pantalla que puedes comprar en este rango de precios, incluso incluyendo ordenadores portátiles completos de otras marcas. La cantidad de accesorios también garantiza que no hay "costes ocultos", como ocurre con los productos de Microsoft. Sin embargo, no he podido evitar sentirme algo decepcionado con la baja potencia disponible.
Mi teoría es que Asus quiere enfocar este dispositivo a usuarios casuales de ordenador, que verán el formato como su gran ventaja al poder pasar de tablet a portátil fácilmente, y que no necesitarán más potencia para el uso diario. Si es tu caso, la Asus Vivobook 13 Slate OLED ofrece algo diferente a un portátil convencional.