Tecnología

La Unión Europea no se 'traga' las excusas de Apple para no usar USB-C en el iPhone

  • Las nuevas reglas no afectarían a la innovación
  • Se contempla el uso de otro estándar en el futuro

El Parlamento Europeo ha respondido a las críticas de Apple por el desarrollo de una ley que obligará a usar USB-C en todos los smartphones.

Apple, por supuesto, es el único gran fabricante que sigue usando un conector propio, Lightning, así que se podría decir que es un texto especialmente diseñado para la compañía de la manzana y su iPhone. De la misma manera, la última publicación en el blog oficial del Parlamento Europeo se puede interpretar como una respuesta pública a las críticas que Apple ha presentado a su plan.

El artículo se basa en una entrevista a la parlamentaria europea Anna Cavazzini, que se centra en volver a explicar los motivos por los la Comisión Europea obligará a usar USB-C. El principal es la reducción de basura electrónica, ya que así los consumidores no necesitarán un cargador y un cable nuevo cada vez que compren un nuevo dispositivo; el objetivo es que puedan usar cualquiera que ya tengan en casa.

Aún así, este plan se ha ganado sus críticas, especialmente de quienes creen que obligar a usar un puerto acabará con la innovación en el sector. Por ejemplo, ¿qué pasa si se desarrolla un nuevo conector, muy superior al USB-C?

Ante esto, Cavazzini ha recordado que la propuesta específicamente incluye esta posibilidad, y que las reglas se pueden adaptar a futuros estándares; además, también ha aclarado que la recarga inalámbrica, la tecnología que más está evolucionando estos años, no entra dentro de la nueva propuesta. Es el motivo por el que Apple podría estar desarrollando un iPhone sin puertos, y así evitar el uso de USB-C; por ahora, el único iPhone con USB-C es de un aficionado.

También hay muchos detalles que están por definir, como los dispositivos afectados. Por ejemplo, la propuesta original de la Comisión Europea no incluye a los lectores de libros electrónicos, y algunos parlamentarios han mostrado su preocupación de que la legislación llegue ya obsoleta, así que hay trabajo por delante.

Por el momento, ni siquiera existe un borrador de las nuevas reglas, algo en lo que los parlamentarios aún están trabajando. Cavazzini espera que la propuesta se termine y se llegue a un acuerdo con el consejo de ministros para finales de 2022; eso implica que, como muy pronto, entrarían en vigor en el 2024.

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