
Valve fue la protagonista de una de las mayores sorpresas del 2021, con la presentación de su primera consola portátil, la Steam Deck. Un sistema que presume de potencia y posibilidades, gracias a su sistema operativo SteamOS y la compatibilidad con los juegos que ya hemos comprado en Steam para ordenador.
Y es que, en el fondo, la Steam Deck es un ordenador portátil, más que una consola, y todo gracias a su procesador. Valve consiguió aliarse con AMD, que domina el mercado de las consolas con sus procesadores basados en la arquitectura Zen 2 para Xbox Series X y PlayStation 5.
El procesador de la Steam Deck
El procesador de la Steam Deck también es Zen 2, con un proceso de fabricación de 7nm TSMC, pero modificado para consumir lo menos posible. De esta manera, Valve promete entre dos y ocho horas de duración de batería, aunque eso dependerá mucho del juego y de la resolución que usemos; Portal 2, por ejemplo, durará cuatro horas a una resolución de 720p y 60 frames por segundo.

Pero más importante es que lo consigue con una potencia que no habíamos visto hasta ahora en una consola portátil. El nuevo chip, que aún no tiene nombre, tiene 4 núcleos y 8 hilos, con una frecuencia de 2,40 GHz que puede alcanzar los 3,50 GHz; el rendimiento FP32 es de 449 GLOP/s. Cuando está desconectada, la consola controlará la velocidad de la CPU para consumir menos, y sólo obtendremos la máxima potencia si la conectamos a la red eléctrica.
La parte más importante para jugar es la tarjeta gráfica. El chip de AMD cuenta con una Radeon integrada, basada en la misma arquitectura RDNA 2 usada en las consolas de Sony y Microsoft, además de en las nuevas tarjetas RX 6000 de Radeon. Posee 8 unidades de computación con 512 procesadores de stream, con frecuencias que van entre los 1,10 y los 1,60 GHz; como resultado, la potencia de computación se mide en los 1,6 TFLOP/s.
La memoria de 16 GB será especialmente buena, con módulos de las últimas LPDDR5 con memoria unificada entre la CPU y la GPU usando la tecnología de AMD que permite tasas de 5.500 MT (millones de transferencias) por segundo. Para el almacenamiento, la versión básica tendrá eMMC con 1 GB/s, pero los otros dos modelos tendrán PCI-Express Gen 3 x4 para almacenamiento NVMe, que obtendrá 4 GB/s.
Los últimos juegos en la mano
Hasta que no tengamos una Steam Deck en las manos, no sabremos lo potente que realmente puede ser; pero el contenido promocional publicado por Valve indica claramente que se trata de la consola portátil más potente de la historia. Es capaz de ejecutar Control, uno de los juegos actuales más exigentes, además de títulos modernos como Doom Eternal, Star Wars Jedi: Fallen Order, Ghostrunner y más. Son títulos para los que hace falta un ordenador en condiciones para poder jugar sin problemas, aunque la Steam Deck tendrá la ventaja de una pantalla de resolución 720p.
Así que no necesitaremos tanta potencia para ejecutar juegos a resolución nativa y que se vean bien, pero, además, AMD podría tener un as en la manga: FSR, o FidelityFX Super Resolution. Esta tecnología es capaz de ampliar la imagen de los juegos a la resolución nativa de la pantalla en tiempo real, usando aprendizaje automático; es parecido a lo que Nvidia lleva años haciendo con DLSS.
La implementación de AMD ahora es de código abierto, y cualquier fabricante y desarrollador puede implementarla; ya hay muchos que lo han hecho, y entre los nuevos juegos que la soportan están RE Village, Necromunda Hired Gun y Edge of Eternity. Estos juegos se pueden ejecutar a bajas resoluciones para conseguir un mejor rendimiento, y aumentar la imagen a la resolución nativa de la pantalla con FSR sin coste.
Al usar una gráfica RDNA 2, la Steam Deck será compatible con FSR, lo que puede convertirse en su arma secreta. Probablemente no lo notaremos tanto en la pantalla integrada, pero si conectamos la consola a un televisor o monitor, esta tecnología podría permitirnos jugar a mayor resolución.
Aún quedan muchas cuestiones por resolver con la Steam Deck, pero es evidente que será mucho más potente que la Nintendo Switch, que aún está basada en un procesador Tegra X1 de Nvidia que no ha sido cambiado desde hace cuatro años. Y la Steam Deck más básica costará sólo 50 euros más que la nueva Nintendo Switch con pantalla OLED.
Sin embargo, es poco probable que ambas consolas se enfrenten directamente por los mismos jugadores. La Steam Deck es básicamente un ordenador para entusiastas, con la posibilidad de instalar Windows y jugar a títulos de PC, así que probablemente no atraerá a quienes sólo quieran jugar al último título de Mario o Zelda.