
Si algo ha implementado la pandemia por la covid-19 en cuanto a las tecnologías, es el uso de estas y su desarrollo. Además, en lo que se refiere a las herramientas más básicas, todas aquellas que una persona puede tener en su casa, el aumento del teletrabajo y la distancia social ha provocado una mayor demanda de los aparatos que proporcionan WiFi. Unos routers, son los más usados, que muchas veces no transmiten bien las ondas de Internet perjudicando a la conexión del usuario.
Ante un mercado donde hay miles de ofertas y productos destinados a aportar WiFi en casa, elegir el mejor distribuidor es una tarea que puede llevar mucho tiempo ante la mejor o peor relación calidad-precio, el trato al cliente o las facilidades aportadas. Sin embargo, una vez que ya se tiene una compañía contratada y esta empieza a generar problemas con la conexión, puede que no sea culpa su router.
La mala cobertura de la casa, el tamaño de esta o los diversos problemas que puede dar el WiFi por su diseño pueden impedir no ya que no se trabaje bien con un ordenador, si no que los cientos de dispositivos que se pueden conectar (móvil, televisión, luces y ventanas inteligentes...) den problemas que acaban por cansar a uno. Unos inconvenientes que pueden tener, en algunas ocasiones, fácil solución siguiendo estos sencillos consejos:
Siempre es mejor una conexión Ethernet
Aunque el WiFi se ha popularizado por su nula necesidad de cables, el clásico enlace entre el router y el dispositivo es siempre la mejor elección. La conexión Ethernet es aquella que mediante un cable entre el router y el ordenador proporciona el Internet a este.
Coloca bien el router
Dónde está ubicado el router dentro de una casa es una elección tan fundamental como qué tarifa contratar. Que no haya cables no quiere decir que el WiFi tenga todas las facilidades para desplazarse por todas las habitaciones, además de que éste siempre debe estar sin obstáculos grandes, lo más recto posible y cuanto más alto, mejor (las ondas viajan hacia abajo).
Las antenas, en 90 grados
La mayoría de los dispositivos router tienen antenas para amplificar su señal. Colocar bien estas es una tarea que no todo el mundo sabe hacer, por lo que casi siempre suelen estar ambas mirando hacia arriba. Según han demostrado diferentes estudios, la posición donde mejor se optimizan es con una hacia arriba y la otra en perpendicular (formando 90º).
El truco de la lata de cerveza
Con una lata de cerveza o con cualquier elemento de aluminio se puede mejorar la estabilidad de las antenas del router. Si estas fallan y no es posible cambiarlas por unas de mejor calidad, un truco casero es recortar la parte inferior de la lata (el culo) y abrir el cuerpo en forma de rectángulo. Una vez quede solo la parte superior (la boquilla) y el cuerpo totalmente abierto, se debe introducir la antena por la boquilla para que el resto del aluminio actúe como repetidor de señal.
Usa repetidores o PLC
Por otra parte, cada vez existen más herramientas que mediante otro enchufe ayudan a mejorar la conexión. Con los repetidores como los más comunes, estos aparatos se conectan vía inalámbrica al router creando una nueva conexión en otro punto de la casa.
Más potentes, pero también más caros, son los PLC. Dos dispositivos que permiten implementar la señal conectando uno de ellos con cables al router (y un enchufe), mientras que el otro se coloca en un punto distinto de la casa (con enchufe). La señal viaja de uno a otro como en un repetidor pero en mejores condiciones, incluso si hay mala cobertura.
El viejo router, siempre sirve
Por último, el método más laborioso pero más económico es usar el router viejo que estaba cogiendo polvo por casa. Este puede servir como repetidor de señal siguiendo estos pasos:
- Conecta el router viejo allí donde no llega bien la señal.
- Una vez enchufado, únele a un ordenador mediante un cable Ethernet.
- Accede a la configuración del router (introduciedo la IP en la barra de direcciones del navegador).
- Introduce un nuevo nombre y contraseña diferente al que viene por defecto y sitúa la seguridad como mínimo en wpa.
- Comprueba que sin cable Ethernet ya se puede conectar el ordenador al viejo router (aún sin Internet).
- Busca en la configuración del router el servidor DHCP, deshabilítalo y guarda los cambios.
- Conecta el viejo router al nuevo mediante un cable Ethernet y este ya aumentará la señal llegando hasta el punto deseado.