Economía

El teletrabajo cala menos en España que en la mayoría de países de la UE

  • Se ha disparado un 74% y llega a casi tres millones de trabajadores
  • El total de ocupados que teletrabajan en España se sitúa en el 14,5%
  • El tipo de trabajos (hostelería) y la cultura del presentismo lo explicarían
Foto: iStock

El teletrabajo ha registrado en el último año cifras nunca vistas. Obligados por la pandemia, los países y las empresas no han tenido más remedio que adaptarse en un corto espacio temporal a un modelo poco desarrollado en general. España, aún con casi tres millones de trabajadores desarrollando su labor a distancia, no llega a la media europea y la explicación puede estar en su modelo productivo.

Hace un año, la cifra de personas teletrabajando alcanzó su primer máximo histórico con algo más de 1,5 millones, según refleja el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo que se nutre de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Galicia, Extremadura, Cataluña y Baleares eran entonces las autonomías con mayor proporción de teletrabajadores.

Con la pandemia ya asentada y el decreto de alarma activado desde marzo, el número de trabajadores desplazados de las oficinas a sus hogares superó los 3,5 millones de personas en el segundo trimestre del año. A cierre de 2020, el total de teletrabajadores se ha moderado hasta situarse en los 2,86 millones (1,2 millones más que hace un año) y aún así, el dato supone un incremento interanual de un 74,2%. 

La media de ocupados teletrabajando en la UE se sitúa en 21,5%; en España, en el 14,5%

Esta sucesión de hitos en el teletrabajo -incluida la aprobación exprés de una norma para regular el trabajo a distancia y favorecer la conciliación- no llega, sin embargo, al nivel de inserción que este modelo laboral ha logrado en los países vecinos. Y es que, la proporción de teletrabajadores dentro del total de ocupados en España se sitúa en el 14,5% frente al 21,5% de media de la Unión Europea y relega al país al puesto 16 de 22.

Suecia y Holanda son los únicos dos países europeos en los que el teletrabajo aplica entre más del 40% de los ocupados, con un 40,9% y 40,1% respectivamente. Algo por debajo pero aún a gran distancia de España, se sitúan Luxemburgo (37,5%) y Finlandia (33,5%). República Checa es el país justo por encima de España, con un 16% e inmediatamente por debajo están Croacia, con un 12,6% y Grecia, con un 10,4% de teletrabajadores. Alemania sitúa su tasa en el 18,5%. 

De entre los países vecinos, solo Italia cuenta con una proporción menor de teletrabajadores que España (9,8%). Francia, por su parte, se apunta un 28,3% y Portugal,  país que a día de hoy aún fomenta el teletrabajo, el 20,7%, ambos  muy por encima del caso español. En el extremo inferior de la tabla, con un 5% o menos de sus trabajadores bajo esta modalidad, se encuentran Bulgaria (4,7%) y Rumanía (5,4%). 

La explicación de estos datos en bruto abre dos posibles vías: por un lado, los datos de un menor vínculo con el teletrabajo pueden deberse al modelo productivo de España, basado en trabajos pocos compatibles con este modelo de trabajo desde el hogar (hostelería, comercio...) y por otro, el presentismo implícito en la cultura laboral del país, que ha llevado, por ejemplo, a dejar de imponer tras la primera ola de coronavirus la obligación del teletrabajo en aquellos puestos en los que sea viable.

Madrid y Cataluña multiplican el teletrabajo un 200% y 119% respectivamente

El patrón UE-España se ha trasladado a la comparativa sobre la evolución de la implantación del trabajo desde casa en las regiones españolas. Aunque todas ellas muestran incrementos interanuales en su proporción de teletrabajadores, hay diferencias importantes.

La Comunidad de Madrid y Cataluña son las autonomías que más han multiplicado su número de teletrabajadores y han registrado incrementos interanuales de un 200% y un 119%, respectivamente. En términos absolutos, el informe indica que durante 2020 la Comunidad de Madrid aumentó su número de teletrabajadores en 512.000 personas (hasta los 767.200) y Cataluña lo hizo en 350.000 personas (hasta 645.400 teletrabajadores).  

Si antes ambas comunidades concentraban un tercio del total de teletrabajadores del país teletrabajando, según los últimos datos ahora acogen a la mitad. Con Andalucía y la Comunidad Valenciana, concentran al 70% de trabajadores a distancia.

En el extremo opuesto se sitúan Aragón, Extremadura y la Comunidad Valenciana el número de empleados con teletrabajo disponible está mucho más por debajo, con un 9,9%, 16,3% y 18,2%, respectivamente.

¿Queremos volver a la oficina?

Al final, la decisión de aplicar o no el teletrabajo es de las empresas. ¿Qué pasa entre aquellos que han podido disfrutar del trabajo en el hogar? ¿Quieren volver a la oficina? Según una encuesta realizada por la consultora inmobiliaria CBRE con motivo del aniversario del teletrabajo por la pandemia, el 85% de empleados en teletrabajo nunca habían experimentado este modelo y el 80% ya quiere volver al menos tres días a la semana a la oficina, elevando la modalidad mixta o híbrida como la favorita ante la normalidad que prometen las vacunas.

En concreto, el estudio arroja que el 28% de los encuestados quiere trabajar desde la oficina los cinco días de la semana, seguido por otro 29% que iría a la oficina tres o cuatro días y un 23% que optaría por dos o tres días mientras que solo un 14% quiere teletrabajar cuatro o cinco días.

Asimismo, un 68% de los 2.300 consultados por CBRE asegura que trabaja más desde casa. Sin embargo, no todo es la productividad. Entre las razones para querer volver a la oficina se encuentra en la ausencia de un despacho o zona apropiada para desarrollar el trabajo en casa. Según la encuesta, el 17% considera que no tiene el entorno necesario para teletrabajar de manera efectiva y el 25% lamenta la ausencia de una estancia diferenciada.

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