Tecnología

Datos y desarrollo de producto: las claves por las que Google compra Fitbit

Alphabet, la matriz de Google, anunció el pasado viernes la compra por 2.100 millones de dólares de Fitbit, uno de los fabricantes de medidores de actividad y relojes inteligentes con mayor peso en el sector. Esta adquisición servirá a la compañía del buscador no sólo para impulsar su división de wearables con nuevos dispositivos, sino también para sacar partido a los datos con nuevas soluciones enfocadas hacia la salud.

Los seguidores de actividad física de Fitbit fueron pioneros en el mercado, lanzándose el primero de ellos -Tracker- en 2008. Su principal ventaja competitiva fue ofrecer dispositivos de alta calidad, con prestaciones avanzadas a un bajo precio, lo que le hizo crecer muy rápidamente.

Sin embargo, ante el empuje de otras alternativas como Xiaomi o Apple, Fitbit comenzó a centrarse en el desarrollo de soluciones, software y hacer crecer a su comunidad para ofrecer asesoramiento y orientación personalizada. Una labor que ahora Google quiere asumir y llevar a un nuevo nivel.

Tanto Google como Fitbit han asegurado que tras la compra, el uso de los datos de los usuarios no cambiará, aunque tendrán que ser los reguladores de EEUU los que determinen las medidas a tomar para aprobar la compra. "Las estrictas pautas de privacidad y seguridad han sido parte del ADN de Fitbit desde el primer día, y esto no cambiará. Fitbit continuará poniendo a los usuarios en control de sus datos y se mantendrá transparente sobre qué datos recopila y por qué. La compañía nunca vende información personal, y los datos de salud y bienestar de Fitbit no se utilizarán para los anuncios de Google", aclara la empresa de medidores de actividad.

Sin embargo, analistas de Craig Hallum marcaron que "los datos de salud y estado físico, junto con los 28 millones de usuarios activos en la plataforma Fitbit, representan un gran valor", según recoge Reuters.

Para tener una idea sobre qué datos maneja Fitbit, cabe tener en cuenta que su último reloj inteligente, el Versa2, es capaz de monitorizar el sueño, el ritmo cardíaco, reconoce más de 15 entrenamientos, mide la distancia y el ritmo recorrido e incluso cuenta con su propia plataforma de pagos, Fitbit Pay. Además, a través de la aplicación, la compañía sabe quiénes son tus amigos y con quién entrenas.

Fitbit ha vendido más de 100 millones de dispositivos y es compatible con una comunidad que dispone dispositivos tanto Android como iOS, un enfoque que, a priori, no cambiará.

Google: "Crearemos herramientas de salud"

Rick Osterloh, vicepresidente senior de dispositivos y servicios de Google ha explicado que son conscientes de la importancia de los datos y darán a los usuarios de Fitbit la posibilidad de revisar, mover o eliminar por completo sus datos.

El posicionamiento de Google tras la adquisición es "crear herramientas que ayuden a las personas a mejorar su conocimiento, éxito, salud y felicidad. Este objetivo está estrechamente alineado con el enfoque a largo plazo de Fitbit en el bienestar y ayudar a las personas a vivir vidas más saludables y activas".

El directivo ha puesto el acento en la importancia sobre que el usuario confíe en la compañía, por lo que prometen poner el acento en "hacerlo bien", por lo que "la privacidad y la seguridad son primordiales. Cuando utiliza nuestros productos, confía en Google con su información. Entendemos que esta es una gran responsabilidad y trabajamos arduamente para proteger su información, ponerlo en control y brindarle transparencia sobre sus datos. Al igual que nuestros otros productos, con wearables, seremos transparentes sobre los datos que recopilamos y por qué. Nunca venderemos información personal a nadie".

Llegará un Pixel Watch

Más allá de aprovechar los datos y construir nuevas herramientas y software en torno al bienestar del usuario y a la monitorización de la salud, Osterloh apunta a que Google lanzará en un futuro no muy lejano un dispositivo wearable hecho por Google.

Y es que la compañía se ha centrado tanto en el desarrollo smartphones, portátiles y auriculares dentro de su familia Pixel, así como con dispositivos para el hogar con la integración y desarrollo de la familia Nest con sistemas de vigilancia, timbres inteligentes, termostatos o sus populares altavoces. Una familia de hardware que ahora se verá incrementada con un nuevo medidor de actividad.

"Vemos una oportunidad para introducir dispositivos wearables Made by Google en el mercado. Fitbit ha sido un verdadero pionero en la industria y ha creado productos atractivos, experiencias y una vibrante comunidad de usuarios. (...) podemos ayudar a estimular la innovación en wearables y crear productos para beneficiar a más personas en todo el mundo".

La llegada de Fitbit servirá así para impulsar un negocio de hardware relativamente joven y que la compañía tiene la intención de impulsar para crear una marca propia y potente -del mismo estilo que Surface con Microsoft-, aunque Google explica que pese a trabajar en su propio entorno no romperá Wear OS.

Google lanzó Android Wear en 2014 y no fue hasta 2018 cuando relanzó la marca bajo la denominación de Wear OS. Su ritmo de actualización de este software ha sido de perfil bajo, tanto que Samsung ha optado por usar Tizen. Aunque Google no ha lanzado en los últimos años dispositivos con Wear OS, sí han confiado en este sistema diversos fabricantes como Casio, Montblanc, Mobvoi, Diesel, Armani, Michael Kors, Tag Heuer, Hugo Boss, Polar o Louis Vuitton.

Unos socios que se aprovecharán del know-how de Fitbit pues la integración también servirán para mejorar esta plataforma. "Google sigue comprometido con Wear OS y nuestros socios del ecosistema, y ??planeamos trabajar estrechamente con Fitbit para combinar lo mejor de nuestras respectivas plataformas de reloj inteligente y rastreador de actividad física", ha reconocido Osterloh .

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