ECONOMÍA
- 26/12/2018, 10:24
Cada vez que una administración cambia el color de Gobierno, el personal de confianza tiembla, pensando en el frío que hace en la calle cuando llegue el nuevo mandatario. En el caso de la Junta, que pilota en funciones la socialista Susana Díaz, son 2.800 personas las que se encuentran en una situación como ésa. Son los puestos de trabajo de libre designación. Y aunque algunos son funcionarios y podrían volver a sus anteriores puestos, el grueso es susceptible de perder su trabajo, prácticamente ipso facto.