Las personas con síntomas leves de coronavirus dejan de contagiar a partir del séptimo día. Bajo esa nueva realidad, el periodo de 'cuarentena' promete reducirse de los 14 días actuales a solo una decena. Así lo ha recomendado la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras comprobar que el riesgo de propagación de los individuos con síntomas leves de coronavirus desaparece tras una semana de confinamiento. Este hallazgo supone un paso de gigante para acelerar la vuelta a la normalidad también de las personas que resulten afectadas. Además, la novedad invita a considerar la Incidencia Acumulada (IA) de los últimos siete días como nuevo patrón de referencia. Con ese rasero, la IA media del país se sitúa en 4,63 casos por cada 100.000 habitantes y semana, con 11 regiones por debajo de los dos casos. Los datos desvelados el pasado '40 de mayo' arrojan 84 nuevos positivos en España, con Madrid acaparando más de la mitad (45), mientras trece comunidades registraron uno o ningún contagio en las últimas 24 horas. El incremento diario de infectados en España se sitúa en el 0,034%, solo superior en Europa a los que reportan Irlanda y Suiza, ambos con el 0,02%. Tan reducido porcentaje conduce hacia los 'cero contagios'. Para lograrlo bastaría con mantener la actual tendencia y aplicarse en algo tan simple como guardar dos metros de distancia con el resto de las personas... o quizá metro y medio, como propone Ciudadanos al Gobierno entre sus aportaciones para el Real Decreto Ley de Nueva Normalidad.
1. Menos de 48 horas para detectar a sospechosos de contagio
Una vez que los casos de infección ya resultan muy reducidos, el gran reto consiste en atajar cualquier vector de contagio lo antes posible. Así, el tiempo medio que transcurre entre que se detecta un sospechoso de COVID-19 y se realiza la prueba diagnóstica no supera los dos días, mientras que en algunas comunidades este proceso se reduce a sólo 24 horas. Gracias a la red de rastreadores puede funcionar sistema de detección precoz. En este sentido, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha apuntado que se está realizando el diagnóstico por PCR a más del 80 por ciento de los casos sospechosos, con un grado de positividad "muy bajo". Según ha explicado, el decreto de Nueva Normalidad exige a las comunidades autónomas garantizar un número suficiente de profesionales sanitarios involucrados en la prevención y control del COVID-19, su diagnóstico temprano, la atención de casos y la vigilancia epidemiológica. Asimismo, los centros de Atención Primaria y los hospitales tendrán que contar con planes internos para hacer frente a la gestión de situaciones de emergencia relacionadas con COVID-19. Dichos planes deberán garantizar la capacidad para responder ante incrementos importantes y rápidos de la transmisión y el consiguiente aumento en el número de casos.
2. Los españoles, sin miedo a las videoconferencias
Las videoconferencias o telellamadas se asomaron a la vida de los españoles por culpa del confinamiento y parece claro que han venido para quedarse. Su uso ha sido tan generalizado que aplicaciones como Houseparty, Zoom, Webex, Teams, Meet o Facetime se han convertido en fenómenos de masas. "Hasta ahora, las videoconferencias parecían algo del entorno profesional, para evitar desplazamientos y ahorrar costes. Sin embargo, durante el periodo de confinamiento se ha producido un gran aumento de las videollamadas para usos de ocio con amigos y familiares. Y no solo se han disparado las llamadas a través de Internet, con el 97% de usuarios, sino que el 66% de los españoles afirma haber utilizado con mayor frecuencia el formato de videollamada. Los anteriores datos aparecen recogidos en un informe realizado por IPSOS para Samsung Electronics sobre los hábitos de los españoles durante el confinamiento y las perspectivas de futuro. "Este estudio nos ha dado datos sorprendentes, con más de la mitad de los españoles afirmando que realizará videollamadas en la vuelta a la normalidad de la crisis del coronavirus", afirma Alfonso Fernández, director de marketing Corporativo en Samsung Electronics. "Al inicio pensábamos que los motivos de trabajo y profesionales tendrían un gran peso en el estudio, pero nos sorprendió cuando el 85% de los encuestados afirmó que esas videollamadas eran para momentos de ocio familiar, mientras que el 70% las destinaba a mantener encuentros con amigos. Son cifras sorprendentes que no se daban antes de esta pandemia y que muestran que las videollamadas son una herramienta de gran peso en nuestra forma de comunicarnos."
3. Un algoritmo simula los escenarios de propagación del virus
Un equipo de investigadores del grupo MOMAT de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Almería ha diseñado un modelo matemático que permite simular el comportamiento del coronavirus sobre cualquier territorio, teniendo en cuenta los casos no detectados, las hospitalizaciones y las medidas de control (como por ejemplo, medidas de distanciamiento entre personas) o la relajación de éstas, según informa Europa Press. "El modelo trata de reproducir los mecanismos biológicos y sociales de la epidemia, con sus características particulares, y el impacto de las medidas de control", han explicado los investigadores, cuyo trabajo ha sido presentado en 'Communications in Nonlinear Science and Numerical Simulation' y bautizado con el nombre de '0-SEIHRD'. A diferencia de modelos tradicionales como SIR o SEIR, el nuevo modelo incorpora la fracción de casos detectados entre el total de casos reales (detectados y sin detectar), permitiendo así estimar el impacto de los casos asintomáticos en la pandemia. "Al simular el comportamiento de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos, el modelo permite evaluar la eficiencia de las medidas de control y puede servir como herramienta de toma de decisión en el momento de diseñar planes de actuación contra la COVID-19, estimando, por ejemplo, el número de personas que se prevé que estén hospitalizadas o la importancia de aumentar la capacidad de detección para controlar la epidemia", ha destacado la investigadora de la Universidad de Almería, Miriam R. Fernández. Los datos utilizados en la investigación son los correspondientes a China, ya que los referidos a España aún "no tienen la calidad suficiente" para poder aplicar el modelo.

4. Estudio de la evaporación de las gotitas de saliva
Un estudio publicado por la revista 'Physics of Fluids' pretende arrojar luz sobre el tiempo que permanece vivo el coronavirus en las gotitas de saliva después de que algún infectado tosa o estornude o incluso hable. Según informa la agencia Europa Press, una vez que las gotas que transportan el virus se evaporan, el virus residual muere rápidamente, por lo que la supervivencia y la transmisión de COVID-19 se ven directamente afectadas por el tiempo que las gotas permanecen intactas. En el referido estudio, los investigadores han examinado el tiempo de secado de las gotas respiratorias de sujetos infectados en varias superficies en seis ciudades de todo el mundo. Utilizando un modelo matemático, los cálculos del tiempo de secado mostraron que la temperatura ambiente, el tipo de superficie y la humedad relativa desempeñan papeles críticos. Por ejemplo, una temperatura ambiente más alta ayudó a secar la gota más rápido y redujo drasticamente las posibilidades de supervivencia del virus. En lugares con mayor humedad, la gota permaneció en las superficies por más tiempo, y las posibilidades de supervivencia del virus mejoraron. Los investigadores seleccionaron Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Miami, Sydney y Singapur, cada ciudad con sus condiciones climáticas, y trazaron la tasa de crecimiento de pacientes con COVID-19 en estas ciudades con el tiempo de secado de una gota típica. "En cierto modo, eso podría explicar un crecimiento lento o rápido de la infección en una ciudad en particular. Este puede no ser el único factor, pero definitivamente, el clima al aire libre es importante en la tasa de crecimiento de la infección", explica Rajneesh Bhardwaj, uno de los autores.
5. Gana fuerza el análisis preventivo de las aguas residuales
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico trabaja junto con el de Sanidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y las comunidades autónomas en la puesta en marcha de una red de alerta temprana de rebrote de la COVID-19 a través de la medida y el análisis de las aguas residuales. Para ello, según informa la agencia Servimedia, el departamento dirigido por Teresa Ribera ha destinado inicialmente dos millones de euros, que se revisarán en función de la evolución de la pandemia. Para ejecutar este proyecto se ha formado un grupo técnico entre los referidos ministerios y las comunidades autónomas para coordinar las actuaciones y seleccionar las zonas de muestreo y las frecuencias en función de la evolución de la pandemia. Ante la situación generada por el coronavirus y su impacto en la salud pública, han surgido varios trabajos nacionales e internacionales que relacionan la presencia de material genético del virus en las aguas residuales con los casos contrastados de infección por el coronavirus. Estudios en esta materia concluyen que este material genético puede ser una herramienta de detección temprana de la propagación de la enfermedad, de modo que se podría utilizar como indicador epidemiológico de alerta temprana de gran utilidad para futuras incidencias de la enfermedad. Existen ya diversas iniciativas España, fundamentalmente en Murcia y Comunidad Valenciana, que muestran esta relación. Incluso la Comisión Europea trabaja en impulsar una red europea donde compartir información y muestreos. En principio, se realizarán más de 3.000 análisis de muestras de control del material genético del SARS-CoV-2 en las aguas residuales urbanas de varias estaciones depuradoras de aguas residuales de toda España, así como muestreos en unas zonas escogidas de aguas continentales de baño.