
"Sí, pero". España vive en el signo ortográfico que separa el adverbio de afirmación y la conjunción adversativa. Justo en esa coma a mitad de camino entre el optimismo y el temor. Por un lado, confía en prolongar la trayectoria bajista y, al mismo tiempo, recela de la fragilidad de una situación que en cualquier momento podría dislocarse. En las últimas horas ha disminuido la cifra de fallecimientos. Siempre son muchos, muchísimos, pero todo apunta a que las víctimas por la COVID-19 descenderán por debajo del centenar en los próximos días. Pero ni por esas habrá consuelo, pese a que la tendencia avanza con buen rumbo. Como sucede con el aplanamiento de la curva de los contagios en ciertas comunidades, donde ocho de ellas solo han sumado cinco o menos ingresos hospitalarios, mientras que 14 regiones registraron uno o ningún nuevo enfermo grave en las últimas 24 horas. El baile de fases de desescalada agita estos días el avispero nacional entre unas zonas y otras, pero quizá con el punto de mira extraviado. El debate oscila entre volver a la normalidad lo antes posible o evitar una recaída que haga inútil el esfuerzo realizado. Lo dicho, son días para convivir con el dichoso "sí, pero".
1. Nuevos estudios anticipan la debilidad del virus después de 70 días
Un estudio firmado por Uisaac Ben-Israel, presidente del Consejo Nacional de Investigación y Desarrollo de Israel, argumenta que la propagación del virus disminuye a casi cero después de 70 días, sin importar donde golpee y sin interferir con las medidas de contención de los Gobiernos. En la misma dirección apuntan otras investigaciones, como la tesis del doctor Alexánder Chuchalin, considerado el neumólogo más reputado de Rusia, quien considera que la epidemia se frenará a lo largo del próximo mes de junio. En su caso mantiene que la 'apoptosis' (muerte celular) de la pandemia se produciría entre los 4 y 6 meses, como ocurre con la gripe común de forma estacional. Para ello considera el virus como un ser vivo, con sus propios ciclos de vida, con fases de plenitud y de declive. Y estos últimos son los que se avecinan.
2. Los supervivientes de la 'gripe española' estuvieron inmunizados de por vida
Son conocidas las semejanzas entre el coronavirus y la 'gripe española' de 1918, cuyo patógeno nació en Kansas, EEUU y cuyo apellido responde al tenaz empeño de la prensa española por informar del asunto. Sobre la epidemia del siglo pasado, la desaparecida agencia de noticias OTR/Press replicó en agosto de 2008 una noticia de la revista 'Nature' de especial interés en estos días. "Descubren que supervivientes a la 'gripe española' de 1918 estuvieron inmunizados de por vida al virus", tituló la agencia tras hacerse eco de unas investigaciones de la Universidad de Vanderblit (EEUU). "Hemos recolectado de 32 supervivientes los anticuerpos generados naturalmente por estas personas para hacer frente a la 'gripe española', explicó Christopher Basler, doctor de Microbiología en la Mount Sinaí School of Medicine. Estas células extraídas de los supervivientes se inyectaron en ratones infectados con el mismo virus que asoló el mundo durante la Primera Guerra Mundial, lo que llevó a los científicos a percatarse de que estos anticuerpos "no sólo continúan en el organismo desde entonces, sino que permanecen activos, hasta el punto de que son capaces de neutralizar la infección nueve décadas después". Esto se debe a que sus células B, encargadas de los anticuerpos, "siguen produciendo después de tantos años aquellos que luchan contra esta enfermedad, porque tras lo vivido, el cuerpo continúa preparándose ante la posible llegada de una pandemia similar", explica la misma agencia. Tanto en la 'gripe española' (40 millones de muertos) como con el nuevo coronavirus (450.000 víctimas hasta por ahora), el efecto letal se produce tras la tormenta de citocinas que provocaba en el organismo.
3. Veloce BioPharma aporta un antiviral de alta eficacia
La empresa estadounidense Veloce BioPharma LLC ha informado de que sus antisépticos Halodine han demostrado una rápida eficacia contra el COVID-19. Este tratamiento consiste en un antiséptico de povidona yodada, desarrollado en asociación con los principales médicos para administración repetida por vía oral y nasal. En experimentos llevados a cabo con el Institute for Antiviral Research de la Utah State University, las preparaciones de Halodine demostraron desactivar de forma rápida el SARS-CoV-2. Ha demostrado su eficacia contra el patógeno incluso en diluciones tan bajas como 1/20, que son las soluciones disponibles comercialmente. "Este estudio ha demostrado que la solución nasal y oral no tóxica, sino que resulta eficaz también contra el virus. Se trata de la primera solución de antiséptico basada en yodo que ha demostrado su actividad contra la COVID-19", explicó el doctor Jesse Pelletier, principal autor FACS y miembro del Ocean Ophthalmology Group.
4. España garantiza el suministro de respiradores mecánicos
Hace apenas dos meses, los hospitales pedían a gritos respiradores mecánicos que pudieran salvar vidas en la UCIs. El llamamiento lo hizo suyo el Gobierno, que acto seguido contactó con decenas de empresas en demanda de colaboración ante la emergencia. Todo aquello ya ha pasado y ahora la sanidad española ha reconocido que la producción de respiradores está felizmente cubierta para hacer frente a la pandemia, en gran parte gracias a la fabricación de las empresas Hersill y Escribano. A partir de ahora, el país se centrará en disponer de una "reserva estratégica" ante un eventual brote que haga de nuevo imprescindible aumentar su producción. Según datos de Sanidad, el número de respiradores distribuidos a las comunidades autónomas ha ascendido a 3.680. Superado ese escollo, las necesidades actuales apuntan hacia las mascarillas quirúrgicas, motivo por el que el Grupo Mondragón abrirá en los próximos días una nueva línea de producción para fabricar 10 millones de accesorios al mes.
5. BAT probará su su proyecto de vacuna con humanos
British American Tobacco (BAT), la segunda mayor compañía de cigarrillos del mundo y propietaria de la marca Lucky Strike, ya tiene preparado su proyecto de vacuna para la COVID-19 para probar con humanos, una vez que recibió una respuesta inmune positiva en ensayos preclínicos. La empresa tabacalera generó sorpresa el pasado abril cuando dijo que estaba desarrollando una vacuna para la COVID-19 a partir de las proteínas de las hojas de tabaco y que podría producir entre 1 y 3 millones de dosis por semana si contara con el apoyo de las agencias gubernamentales y los fabricantes adecuados. En ese sentido, BAT está hablando con agencias gubernamentales de todo el mundo sobre la vacuna, con la esperanza de contar con equipos adicionales para aumentar la capacidad de producción.