Superada la cuarentena, la cincuentena y la sesentena, ya vamos camino de la setentena. Ese ejercicio de contar días recuerda que el permiso limitado para practicar deporte individual por las calles -concedido hace justo dos semanas-, no ha elevado el censo de contagios, al menos por ahora. El tasa de crecimiento del COVID-16 en España durante el pasado jueves fue de 0,22%, la segunda más reducida de Europa, solo superado por Suiza (0,11%). En paralelo, la Incidencia Acumulada (IA) del coronavirus en nuestro país (24,52), ya se sitúa por debajo de la mitad del umbral epidemiológico de la gripe común (52,6 casos por cada 100.000 habitantes). Sólo cuatro países europeos han registrado una IA inferior a la española en los últimos 14 días: Suiza (11,74), Polonia (12,76), Alemania (16,51) y Francia (18,35). Al margen de los eventuales picos de sierra que pueden repetirse de una jornada para otra, cada vez se producen menos hospitalizaciones por COVID-19. Y también se reduce la cifra de personas que ingresan en las UCIs por esta enfermedad. El pasado jueves fueron 29 -casi la mitad de ellas en Cataluña-, con 13 comunidades sin nuevos enfermos graves.
1. ¿Desaparecerá el coronavirus antes de la llegada de la vacuna?
"El coronavirus podría perder su potencia y desaparecer antes de que se desarrolle una vacuna". La afirmación del doctor Giuseppe Remuzzi, director del Instituto de Investigación Farmacológica Mario Negri de Milán, ha sorprendido a propios y extraños tras argumentar su diagnóstico en el canal de televisión italiano La7. "El virus está cerca de su fin y puede desaparecer sin necesidad de vacuna, ya que su potencia comienza a debilitarse día a día", dijo. Frente a la opinión médica generalizada de que el virus es un mal endémico, por lo que no desaparecerá por sí solo y podría generar segundas o terceras oleadas... Y mientras otros aseguran que la vida no volverá a la completa normalidad hasta que no se desarrolle una vacuna, Remuzzi prefiere alejarse de sus colegas con nuevas razones para justificar la pérdida de potencia de la COVID-19. "La enfermedad ahora resulta menos grave en los individuos recién contagiados en comparación con los que se infectaron hace un mes, como lo demuestra que el número de personas que requieren cuidados intensivos en Italia es menor que el de hace unos meses". Tanto es así, que "si la situación sigue evolucionando como hasta ahora, el brote podría detenerse", añadió.
2. Un señuelo biomédico será capaz de desviar los ataques del virus
El Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) ha puesto en marcha una investigación que busca diseñar variantes de la proteína ACE2 con gran afinidad por la COVID-19, que administradas en grandes cantidades a los pacientes pueden actuar como señuelo para inhibir la entrada del coronavirus a la célula. Según informa Europa Press, el virus causante de la enfermedad se introduce en las células humanas gracias a una enzima denominada ACE2, muy abundante en las células pulmonares. Esta enzima, que juega un papel crítico en el control de la presión arterial, se localiza en las membranas exteriores de las células. El estudio, "busca diseñar variantes de la proteína ACE2 inactivas, solubles y con gran afinidad por SARS-CoV-2 y, por lo tanto, con capacidad mejorada de bloqueo. De este modo esperan poder fabricar un "superseñuelo" que desvíe al virus de su interacción con la célula, por su abundancia, gran afinidad con el virus, su estabilidad y por no estar ligado a membrana, evitando la infección.
3. Las mamparas móviles y enrollables para espacios reducidos
Seguridad sin sacrificar metros cuadrados. Las compañías intentan resolver esa ecuación y así han encontrado un sistema que garantiza la distancia interpersonal en sitios reducidos. El ejemplo lo protagoniza Proyectos Pilar, que estos días propone mamparas enrollables para adaptar los espacios en función de las necesidades. Según informa elEconomista.es, el producto consiste en una mampara transparente y enrollable que permite garantizar espacios seguros sin perder metros. Las 'Mamparas Covid-19' son estores de material cien por cien PVC transparente y con 0,5 milímetros de grosor que dividen estancias en función de la necesidad de los empresarios. Este material es lavable, anticorrosivo y se puede limpiar con productos desinfectantes sin que pierdan propiedades. Al poderse subir y bajar -bien con la tradicional cadenilla o con mando a distancia-, ofrecen varias posibilidades para adaptar locales, restaurantes y bares sin perder espacio. Es decir, puede crear separación entre dos mesas o ampliar el número de comensales con subirlo, a diferencia de las mamparas fijas de metacrilato. El cliente solo debe elegir el tamaño de la mampara, si prefiere el sistema manual o motorizado y si quiere personalizarlas o no con el logo de su compañía. A partir de ahí, el producto tarda una semana en llegar a cualquier punto del país.
4. Las emisiones de CO2 en Europa caen a niveles de 1958
Los efectos colaterales del confinamiento son conocidos y apreciables, pero hasta ahora no existía una referencia temporal comparable. De esa forma, hay que remontarse al año 1958 para apreciar unos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) comparables a las actuales de la crisis sanitaria en Europa. Así lo ha puesto de manifiesto la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante su comparecencia en la Comisión del ramo en el Congreso. En concreto, ha calificado la situación de "extraordinaria, aunque es obvio que es muy probable que no se pueda mantener esto, pero nos hace reflexionar de la magnitud de la parada vivida estas semanas". En el caso de España, las emisiones de CO2 y partículas ofrecen los niveles más bajos desde que se tiene constancia estadística, en 1960.
5. Madrid apenas necesita los hoteles medicalizados
Ya no hacen falta y, por lo tanto, tampoco hay motivo para seguir disfrutando de una cobertura que el propio sistema médico ya es capaz de proporcionar. Según datos de la Comunidad de Madrid, 10 de un total de 13 hospitales medicalizados ya han replegado la actividad, por lo que cesarán de atender a pacientes diagnosticados de coronavirus con evolución favorable y que, por diferentes criterios clínicos o sociofamiliares, no podían seguir con su recuperación de la enfermedad en su domicilio. Según informa Europa Press, por ahora se mantiene la actividad en el Hotel Ayre Gran Hotel Colón, que fue de los primeros en entrar en funcionamiento, así como en el Hotel Miguel Ángel y el Hotel NH Parla. El resto, un total de diez, ya no cuentan con pacientes en sus instalaciones. Hasta la fecha se han atendido en estos hospitales improvisados a 2.792 pacientes, de los que 2.604 ya han recibido el alta domiciliaria.