Sanidad

Sanidad gastó 38 millones en los test rechazados para diagnosticar el coronavirus

  • Los 'kits' se estarían usando en el estudio de seroprevalencia que se inició el 27 de abril
  • El resultado de estos 'kits' es cotejado en los laboratorios antes de darlo por bueno
Salvador Illa. Foto: Efe

El 20 de marzo el Ministerio de Sanidad inició una compra de urgencia de algo más de cinco millones de test rápidos de anticuerpo por 38,7 millones de euros. La justificación de la operación, según el propio contrato, era "tener a disposición del Sistema Nacional de Salud una técnica de diagnóstico rápida y fiable por considerarse una prioridad en estos momentos, ya que permitiría realizar pruebas diagnósticas en centros de salud, domicilios de enfermos y urgencias hospitalarias, preservando la técnica de diagnóstico re referencia (PCR) para casos graves".

Sin embargo, la visión de urgencia fue desmontada por la evidencia científica a medida que pasaron los días, hasta el punto de que el 8 de abril la OMS emitió un comunicado público donde decía que estas pruebas debían destinarse para el ámbito investigador. Un aviso que ya fue dado antes por sociedades científicas como la Seimc (especialistas en enfermedades infecciosas), en un documento del 30 de marzo donde avisaba de que los test rápidos de anticuerpo no servían para diagnosticar y que debían reservarse para comprender la epidemiología, aunque incluso en ese caso preferían los tipo Elisa.

El contrato refleja que los cinco millones de test se entregarían en diferentes fechas: el 27 de marzo, el 3, el 10, el 17 y el 24 de abril a razón de un millón por entrega. El Ministerio fue recibiendo en tiempo y forma los dispositivos y, en los días posteriores a cada pedido, los fue derivando a las comunidades autónomas para su uso. En un principio, se recomendaba usarlo de herramienta diagnóstica complementaria a la PCR, a la que el Ministerio siempre denominó "técnica de referencia", pero no avisó hasta el 6 de mayo de que el diagnóstico o la toma de decisiones clínicas no debían basarse en el resultado que dieran los test rápidos de anticuerpo. Este hecho indignó a varias autonomías consultadas por este periódico, quienes también aseguran que se lanzaron a un feroz mercado a comprar estos dispositivos que no eran tan urgentes.

El momento de la compra, en pleno auge de la pandemia, provocó que el precio de los dispositivos fuera de 7,7 euros la unidad. Sin embargo, el 30 de abril, Sanidad volvió a comprar test rápidos, que le costaron 5,6 euros la unidad. Estos últimos fueron adquiridos a la farmacéutica Abbot. Se adjudicaron por 2,8 millones de euros (no se aplica IVA en virtud del Real Decreto de 21 de abril) por 500.000 unidades que serán distribuidas en cuatro entregas repartidas durante el mes de junio. Además, no se ha requerido en esta ocasión el pago por adelantado.

Resultados preliminares

Este martes se dieron a conocer los resultados preliminares del estudio de seroprevalencia. Para ellos se utilizaron test rápidos, ya que se trata de un estudio de investigación. Aunque no se dieron detalles sobre la marca utilizada, por lo explicado y lo comprado hasta esta fecha, es posible que se estén utilizando los adquiridos al comienzo de la pandemia.

Pero sus resultados no son tan concluyentes como les gustaría a los investigadores y dieron las gracias a la población por dejarse extraer sangre y poder cotejarlos con las pruebas tipo Elisa. "Casi el 90% participantes se dejaron pinchar para tener una muestra de sangre y poder tener un test de laboratorio, que es mucho más específico y fiable". Los datos ofrecidos son preliminares porque solo tienen en cuenta la prueba rápida, tal y como recalcó Salvador Illa en la Comisión de Sanidad. Con todo el ministro señaló que la coincidencia con algo más de 16.000 pruebas analizadas era superior al 90%. Es decir, los test rápidos fueron útiles. Aún así, Illa pidió prudencia hasta que se hubieran cotejado todas.

Tampoco en la empresa

El Ministerio de Sanidad actualizó este jueves las instrucciones sobre la realización de pruebas diagnósticas en el ámbito de la empresa. Como novedad más relevante, se insta a usar solo PCR, que deberá ser comunicado a la autoridad sanitaria competente. "Las pruebas de diagnóstico mediante test rápidos y fáciles de usar fuera de los entornos de laboratorio, la OMS, en base en la evidencia actual, las recomienda solo en entornos de investigación", dice el texto.

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