
Mañana sábado se cumplen mil horas de confinamiento. Será exactamente a las 16:00 horas. Cuando entró en vigor el estado de alarma (las 00:00 horas del domingo 15 de marzo), el país aumentaba sus contagios diarios el 26%, y ahora lo hace a ritmo del 2%. Y el porcentaje sería muy inferior sin el aluvión de tests de la última semana. Desde mediados de marzo hasta la fecha, los hogares españoles viven el 'Día de la Marmota' con avances considerables, pero todavía insuficientes. La mitad de los nuevos casos se corresponden con personas asintomáticas que no son conscientes de su peligro, y eso consuela. Por lo tanto, el juego estadístico de tumbar la curva de los contagios importa cada vez menos con tal de que afloren los infectados latentes, en una fase temprana, y así prevenir los episodios graves y las nuevas infecciones.
1. Una vacuna china triunfa en las pruebas con monos
Los monos y los hombres éramos lo mismo hace seis millones de años. Compartimos el mismo número de genes (25.000) y nuestro ADN se diferencia en apenas el 1% de los chimpancés. Ese porcentaje puede parecer pequeño, pero resulta una barbaridad vista la evolución de una y otra especie. Esta digresión resulta oportuna a efectos de la nueva vacuna de los laboratorios chinos de Sinova Biotech, probada con éxito entre ocho macacos rehsus. Este animal asiático es uno de los primates más inteligentes y expresivos de la creación. Igual que su pariente más cercano, también es capaz de sonreír a voluntad y de practicar la guerra entre los de su especie de forma coordinada. Y ojalá las coincidencias también se produzcan a efectos del coronavirus. A principios de abril, la compañía de Pekín administró dos dosis diferentes de su vacuna COVID-19 a estos seres peludos. Tres semanas más tarde, el grupo introdujo el SARS-CoV-2 directamente en los pulmones de los monos a través de un tubos... y ninguno ha desarrollado una infección completa ni se han producido efectos secundarios obvios. Además, los monos que recibieron dosis más altas respondieron mejor a las pruebas que el resto, sin rastro de virus en la faringe ni en la traquea de ninguno de ellos. Ante esas pruebas iniciales, Meng Weining, director senior de Sinovac para asuntos regulatorios en el extranjero, lo tiene claro: "Los resultados nos dan mucha confianza" para pensar que la vacuna funcionará en los humanos". Según informa la revista 'Science', un virólogo de la neoyorquina Escuela de Medicina Icahn en el Monte Sinaí y coautor de un informe sobre el estado de las diferentes vacunas COVID-19 en desarrollo, Florian Krammer, ha mostrado su entusiasmo sobre el proyecto: "Me gusta. Esto un remedio de la vieja escuela, pero podría funcionar. Lo que más me alegra es que muchos productores de vacunas, también en países de ingresos medios-bajos, podrían replicar una vacuna así". Sin embargo, el profesor Douglas Reed, de la Universidad de Pittsburgh, que también experimenta con monos, dice que el número de animales testeados era demasiado pequeño para producir resultados estadísticamente significativos. Mientra tanto, el también fabricante de una vacuna contra la gripe aviar avisa que su grupo tendría que asociarse con otros fabricantes para poder producir 100 millones de dosis si finalmente fuera segura y eficaz en los ensayos con humanos. Visto lo visto con este tratamiento del COVID-19, sería deseable que el hombre y el mono fueran otra vez la misma especie.
2. Los drones también plantean batalla al virus
Los drones forman parte de la nueva normalidad de nuestros días y, como tales, están presentado batalla al maldito virus. Entre sus aplicaciones destacan la limpieza y desinfección de hospitales, la dispensación de medicamentos, la realización masiva de tests PCR y hasta la vigilancia de las medidas de confinamiento. Entre las estrellas de su segmento se encuentra 'Roxo', el robot repartidor de FedEx, o 'Scout', su competidor de Amazon. Pero también merece una mención 'Moxi', diseñado para reducir las cargas de trabajo del personal del área de enfermería mediante la entrega y recogida de suministros y ropa de cama. Según informa la Universidad Oberta de Catalunya, los robots de desinfección UVD utilizan luz ultravioleta para matar microorganismos dañinos y prestan servicio a más de 2.000 hospitales en China, sin olvidarse de los drones recientemente integrados a la Operación Balmis de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que han pasado de usarse para tareas agrícolas a desinfectar grandes superficies desde el aire para acabar con el coronavirus. Jordi Sandalinas, abogado y profesor colaborador de la UOC, explica que "un dron, con un sensor adecuado, debería poder visualizar parámetros bioquímicos", explica. Incluso comienzan a desarrollarse los llamados 'drones pandémicos'. Según publicaba 'The Robot Report', estos drones podrían detectar condiciones infecciosas en espacios multitudinarios mediante sensores térmicos y sistemas inteligentes que controlen la temperatura y la frecuencia cardíaca, entre otros parámetros.
3. Los militares reducen su actividad por los menores contagios
Ya no hacen falta tantos militares movilizados contra la pandemia y muchos de ellos pueden regresar a sus actividades tradicionales con la satisfacción del deber cumplido. El descenso de los casos y fallecidos, así como la finalización de ciertas misiones críticas en la lucha contra el coronavirus, ha animado al Gobierno a reducir el número de militares de la denominada Operación Balmis. Sus funciones han consistido en la desinfección de instalaciones críticas y servicios esenciales, apoyo al montaje y mantenimiento de hospitales de campaña, traslado de enfermos y fallecidos y diferentes actuaciones logísticas de material sanitario, alimentos o ayuda a la población. De esa forma, según informa Europa Press, ya se han clausurado las morgues provisionales habilitadas en la Comunidad de Madrid o se han dejado de hacer traslado de pacientes moderados entre hospitales.
4. Casi 400 recetas de 'startups' contra la crisis
La plataforma 'Energía Positiva+', iniciativa impulsada por Enagás, Red Eléctrica, CLH, Iberdrola, BP, EIT InnoEnergy, Acciona, Capital Energy y Disa, entre una veintena de empresas, ha recibido casi 400 propuestas en menos de dos semanas para contribuir a paliar el impacto económico y social de la COVID-19. Según informan los responsables de la iniciativa dirigida a 'startups' y 'scaleups', el objetivo pretende activar proyectos relacionados con los ámbitos de la sostenibilidad ambiental, la movilidad, el impacto social, la digitalización, la telecomunicación y el 4.0, siempre desde la perspectiva de la energía. A partir de la primera semana de mayo, y tras una fase de entrevistas con las 'startups/scaleups', se establecerán las bases de acuerdo de inversión, apoyo o aceleración entre las empresas y los emprendedores, y se comunicarán públicamente los proyectos seleccionados. De esta forma, podrán empezar a trabajar a partir de la segunda quincena de mayo. Cada una de las compañías anfitrionas apoyará, al menos, a una startup aportando financiación para el desarrollo del proyecto o poniendo a su disposición sus herramientas de innovación, inversión, desarrollo comercial y estructura.
5. El coronavirus no se transmite sexualmente
El nuevo coronavirus no se propaga a través del semen en las relaciones sexuales, según un estudio realizado por un equipo internacional de 12 investigadores de instituciones de China y Estados Unidos. El estudio, publicado en la revista 'Fertility and Sterility' (de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva), concluye que no se han encontrado evidencias de ese tipo. Además, según informa Servimedia, la investigación ha sido lo suficientemente completa como para descartar la posibilidad de esta enfermedad por estos cauces. Los investigadores hicieron el estudio para descartar similitudes con el ébola y el zika y, para averiguarlo, recogieron muestras de semen de 34 hombres chinos a los que se diagnosticó casos leves a moderados, sin que las pruebas de laboratorio detectaran el virus en todos los análisis. No obstante, a pesar de estos hallazgos, los investigadores reconocen que su estudio tiene varias limitaciones importantes, ya que fue realizado con un pequeño tamaño de muestra, además de que ninguno de los donantes había estado gravemente enfermo.