
El mundo se despide de la pandemia y las farmacéuticas que han dedicado parte de su negocio al coronavirus de los ingresos derivados de las vacunas. Una de las compañías protagonistas de esta historia es Pfizer. Según ha podido saber este periódico, el gigante estadounidense planea llevar a cabo nuevas adquisiciones de productos o empresas para paliar la caída en ventas tanto de su suero como de su píldora contra el virus.
La estadounidense ha visto reducida la facturación de su vacuna Comirnaty -que fabrica junto a BioNTech-. Los ingresos han caído un 79% (alrededor de 16.000 millones) hasta alcanzar los 4.150 millones en el primer semestre. Cabe destacar que el gigante ha empezado a cancelar acuerdos con la alemana lo que ha provocado que los ingresos de esta última disminuyan, según informó la mencionada en la presentación de su ejercicio semestral. También su píldora antiviral, Paxlovid, ha experimentado una disminución interanual del 56%, pasando de 6.520 millones hasta los 3.840 millones.
La farmacéutica es consciente de esta caída y de que a medida que pase el tiempo las ventas seguirán reduciéndose. Ante ello, Pfizer está planeando llevar a cabo diferentes acciones que le ayuden a enfrentar esta situación, por ejemplo, a través de adquisiciones o fusiones. Cabe recordar que la estrategia de compra de la industria farmacéutica ha dado una vuelta de tuerca. Antes las compañías se centraban en el tamaño a la hora de comprar grandes farmacéuticas. Ahora les interesan más las pequeñas firmas que cuentan con una cartera en investigación con gran potencial.
En los últimos tiempos, Pfizer ha sumado a su catálogo grandes compañías. De hecho, llevó a cabo una de las mayores acciones operativas de la historia en 2015. La multinacional estadounidense se fusionó con Allergan, responsable de Botox, en una operación valorada en 150.000 millones. También cabe destacar la creación de Viatris tras la unión de Mylan y Upjohn, una división de Pfizer, cinco años después.
Este año, anunció la adquisición de Seagen por 40.000 millones. El objetivo era reforzar su cartera oncológica ya que la adquirida contaba con cuatro fármacos en el mercado que en 2030 alcanzarán unas ventas de 10.000 millones, según prevé Pfizer. Sin embargo, el proceso de compra se encuentra parado. Y es que, la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos tiene bajo la lupa esta fusión y ha pedido a ambas compañías más documentación. En 2022, se hizo con The Global Blood Therapeutics por 5.295 millones. Gracias a la operación, Pfizer aumentó su presencia en el marco de las enfermedades raras y adquirió Oxbryta, un tratamiento para la patología de células falciformes, y otras dos terapias en investigación. También pagó 11.200 millones por Biohaven. Esta solo tenía un producto para las migrañas. Se trató de un importante movimiento en su portfolio de terapias neurológicas.
Ese mismo año compró ReViral por 525 millones con el objetivo de buscar un tratamiento para el Virus Respiratorio Sincitial. La razón de compra era que los programas que desarrollaba la adquirida en ese momento podrían generar unas ventas anuales de 1.370 millones de euros.
Asimismo, en 2021 llevó a cabo otras dos adquisiciones. Una de ellas fue la de Arena Pharmaceuticals por alrededor de 6.100 millones, especializada en enfermedades inmunonflamatorias, al tiempo que abonó 2.200 millones por la compra de Trillium Therapeutics, centrada en desarrollos oncológicos. No obstante, ambas desarrollan terapias innovadoras.
Unos años antes, concretamente en 2016, Pfizer adquirió Medivation por 12.740 millones, una compañía que desarrollaba y comercializaba terapias médicas innovadoras. También se hizo con Anacor por 4.600 millones, un fabricante de cremas. Gracias a esta operación, la farmacéutica añadió a su cartera un medicamento para la dermatitis atópica, Crisaborole. Por otro lado, Pfizer presentó una oferta de compra a AstraZeneca por 72.966 millones, pero no prosperó. Esta es solo una pequeña muestra de sus adquisiciones.
Respecto a su pipeline, la farmacéutica prevé lanzar un total de 19 productos e indicaciones en un lapso de 18 meses. Hasta el momento ha introducido 11 en el mercado. Entre ellos, se encuentra su suero contra el Virus Respiratorio Sincitial que ya ha recibido luz verde por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Gracias a este producto, la compañía puede optar a liderar un mercado que estará valorado en 9.000 millones de euros en 2030. "Creemos que la fortaleza de nuestros productos en línea y los lanzamientos previstos a corto plazo y la contribución a los ingresos de las actividades de desarrollo empresarial, posicionará a Pfizer para ofrecer un sólido crecimiento operativo hasta 2025 y más allá", recalcó el presidente y director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla.
Los planes de Moderna
En el caso de Moderna, la británica también ha visto disminuida su facturación y beneficio por la pandemia, incluso ha entrado en números rojos. En concreto, ingresó cinco veces menos que el año anterior, pasando de 9.888 millones a 2.010 millones. No obstante, el caso de Pfizer y Moderna son completamente distintos ya que la segunda solo ha contado prácticamente con la vacuna en su portfolio.
Moderna describe este año como un periodo de transición ya que cambia el enfoque de su negocio a otros proyectos. Sus investigaciones en etapa avanzada están funcionando a toda máquina. De hecho, espera lanzar cuatro sueros para enfermedades infecciosas de cara a 2026. Entre ellos, incluye su vacuna contra el Virus Respiratorio Sincitial de la cual recientemente ha enviado su documentación a las agencias reguladoras para conseguir la autorización.