
Pocos días después de obtener una nota de BBB- por parte de las grandes agencias de rating, Werfen ha realizado su esperada emisión de bonos de 500 millones de euros. La compañía de la familia Rubiralta (primos de los dueños de Celsa) dedicada al diagnóstico colocó la deuda con un interés del 4,625% y un vencimiento de cinco años.
La empresa destinará el dinero a refinanciar parte de un préstamo puente obtenido por HSBC, BNP Paribas, Caixabank y BBVA para la compra de la estadounidense Inmucor, que costó 2.000 millones de euros.
La multinacional realizó la operación en la bolsa de Dublín y sufrió la subida de los tipos de interés. La última emisión de bonos, realizada en 2021 por 300 millones, la colocó con un cupón del 0,5% porque los tipos todavía estaban al 0%. Hoy el dinero ya no es gratis por lo que estas operaciones se han encarecido.
La compañía catalana, presidida por Marc Rubiralta, ya pidió hace semanas a Fitch y S&P que evaluasen el instrumento de deuda. Ambos le dieron una calificación de BBB-, a un paso del bono basura.
Las previsiones de Werfen: 2.500 en ventas en 2025 y suspensión del dividendo
En su análisis, S&P señaló que en 2023 Werfen obtendrá unas ventas de entre 2.200 y 2.300 millones y un Ebitda de 555 millones. El año siguiente, la facturación crecerá hasta los 2.400-2.500 millones y el ebitda rondará entre los 620 y los 650 millones. En 2022, la firma cerró el ejercicio con una cifra de negocio de 1.840 millones, un ebitda de 449 millones y un beneficio neto de 250 millones de euros.
La ratio deuda/Ebitda será de 3,4 veces en 2023 y caerá hasta las 3 veces en 2024 una vez decaigan las presiones inflacionarias e Inmucor comience a sumar a la cuenta de resultados. Antes de la operación, la comparativa era de 0,6 veces, explicó la empresa al terminar 2022.
Además, el grupo se comprometió a frenar el gasto en los próximos dos años. Ni acometerá nuevas adquisiciones ni pagará dividendos a la familia Rubiralta en 2023 ni 2024. En 2025 el presupuesto para compras será de 100 millones y en 2026 subirá hasta los 200 millones. En lo referente a la remuneración a los accionistas, rondará entre los 30 y los 60 millones ambos ejercicios.