La start-up farmacéutica española Trichome Pharma, especializada en cannabis medicinal y socia del laboratorio veterinario Labiana desde el mes de junio, ultima la construcción de un invernadero en la provincia de Sevilla para la investigación y desarrollo de plantas de cannabis con fines terapéuticos en fase inicial. Según las previsiones de la compañía, el invernadero estará disponible a partir de mayo, fecha en la que se iniciarán las primeras producciones. Contará con una superficie de 100 metros cuadrados y tendrá capacidad para producir 20.000 plántulas (plantones) al mes, lo que se traduce en 240.000 al año. En el futuro será el invernadero que suministre los primeros plantones de cultivo de uso medicinal cuando la compañía tenga los permisos adecuados.
"Nos gustaría tener los primeros productos en el mercado español este año, pero aún no tenemos fecha prevista", explica a elEconomista.es Nicholas Balk, CEO de Trichome Pharma. La compañía consiguió en febrero de 2022 la autorización de licencia de cannabis para investigación por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). En la actualidad están preparando los trámites para la licencia para uso médico y científico con la idea de vender extractos y principio activo a mercados regulados en el futuro.
"En un primer momento el invernadero se va a utilizar para apoyar todo el desarrollo e investigación que se está haciendo. En el futuro tendrá dos funciones: por un lado, investigación y desarrollo, mientras que por otro será el vivero para los plantones que se usarán con fines medicinales. Esta sería la primera fase, ya que después habría que llevar estos plantones a una zona de cultivo, ya sea a campo o a interior. Nuestro planteamiento sería llevarlos a campo porque estamos apostando por el cultivo orgánico y sostenible al aire libre. Sin embargo, llegará un momento en el que construiremos un invernadero más grande", explica Balk.
La misión de Labiana, quien posee el 10% de Trichome Pharma, pasa por cerrar colaboraciones para ayudar a Trichome en el desarrollo de cultivos y extractos para exportar a países regulados. Pero Labiana no es el único socio que tiene la start-up española, ya que también entró en su accionariado la australiana Little Green Pharma, pero cuyo porcentaje no trascendió. "Además de Labiana también contamos con otros socios que ya tienen productos en el mercado europeo. En dos años puede ser que tengamos nuestro propio producto de origen español", afirma Balk.
Retraso en la regulación
La regulación del cannabis medicinal en España no ve luz verde. El pasado mes de junio de 2022, la subcomisión del Congreso de los Diputados daba el visto bueno a la legalización del cannabis con fines terapéuticos en España. A partir de ese momento, se encomendó a la Aemps la elaboración de un documento para que la normativa fuese viable. Según los plazos previstos, el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad disponía de seis meses para encajar las recomendaciones en la normativa actual.
Esto significa que dicho informe de posicionamiento tendría que haber estado disponible desde finales de diciembre/principios de enero. Sin embargo, la futura ley, que contó con el apoyo de Unidas Podemos, PSOE, Ciudadanos, PNV y PdeCat, está estancada y ya acumula un retraso de dos meses.
Respecto a si les está impactando el retraso en la regulación del cannabis medicinal en España, desde Trichome afirman que no les está afectando particularmente porque se encuentran en una etapa temprana. "Públicamente expresamos que encajar las recomendaciones en seis meses era muy optimista. Lo lógico hubiesen sido 12 o 18 meses. Este retraso de la ley va acorde con el plan de negocio que tenía la empresa inicialmente. Nos está beneficiando porque nos permite desarrollar con tranquilidad y sin prisas nuestro plan de negocio", sentencian.